- CAP. 1 -

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~A long time ago...~

-¡Amane-Kun! ¡Tsukasa-Kun!- gritó la chica pillando desprevenidos a sus dos amigos.

-¿Qué pasa Tn-Chan? ¿Alguien te ha hecho algo?- preguntó preocupado el mayor.

-Eso, eso. ¿A quién tengo que pegar, cariño?- añadió Tsukasa sonriendo de una forma un tanto perturbadora mientras recibía una mala mirada de su hermano.

Tsukasa y Amane, a pesar de ser gemelos no se llevaban bien, y Tn lo sabía perfectamente. Pero es que, cuando se trataba de ella, los dos se podían volver un temible dúo.

-¡No, no!- agitó sus manos frenéticamente mientras se sonrojaba, pero, ¿por qué?- No me han hecho nada. Acabo de recordar que esta noche son las "Lágrimas de San Lorenzo", y me preguntaba si podíamos verlas juntos.

-Así que era eso- Amane sonaba aliviado- no creo poder ir. Me gustaría verlas desde casa con mi telescopio.

Mientras decía esto, un brillo se podía notar a leguas en sus ojos y ella rió por tan tierna acción. Tn sabía que al chico le apasionaba la astronomía, así que no puso pegas a su plan.

Tsukasa miraba atentamente a su hermano. Sabía que le encantaba la astronomía, pero no estaba al tanto de que su amor por esa profesión fuera tan grande como para dejarlo a él solo con la chica.

-Yo sí puedo Tn-Chan- sonrió tiernamente el menor, mientras por su mente pasaban mil planes para declarar su amor, desde la típica frase "La luna está hermosa esta noche" hasta oraciones hechas por él, cada una más vergonzosa que la anterior, provocando que se pusiera muy nervioso.

-¿De verdad?- Tsukasa asintió con la cabeza, mientras la sonrisa le temblaba por los nervios- ¿De verdad, de verdad? ¡Genial!
























*Desde su límite, Tn recordaba esto melancólicamente. Habían pasado 50 años desde aquella noche, en la cual fue la chica más feliz del mundo. Sin embargo, ella no sabía que esa sería la última vez que vería su sonrisa durante años.*



























Era una noche preciosa. Las estrellas fugaces iluminaban el cielo más fuerte que nunca y no se apreciaba ni una sola nube.

Dos jóvenes se encontraban tumbados sobre un mantel en la hierba de un parque alejado de la ciudad, donde la contaminación lumínica no llegaba.

-Oye Tn-Chan- la llamó suavemente Tsukasa hasta que ella dirigió sus hermosos ojos hacia los de él- Yo... Tú... La noche está preciosa- ¡¿Pero qué acabas de decir idiota?! Era la Luna, LA LUNA. ¿Cómo que la noche? Me di una facepalm mental.

-Oh, sí lo está- sonrió la joven sin captar lo que él le intentaba decir. Podía ser muy inteligente, y algún que otro chico se le había declarado, pero ella siempre los había rechazado diciendo que había alguien más en su corazón, así que era una completa novata en el amor.

-No, Tn-Chan, creo que no me has entendido- la joven volteó a verle una vez más confundida- Incluso una noche sin estrellas brilla para mí si tú estás ahí. Me gustas, me gustas mucho.





























*Volviendo al presente, la joven fantasma se tapó la cara de vergüenza al recordar aquello y gritó de emoción contra la almohada que hizo aparecer de la nada. A pesar de haber pasado décadas, sus sentimientos eran igual de puros que el primer día.*





















-Yo... Vaya- dijo impactada la chica. No sabía qué responder.

-¿Vaya? ¿Es lo único que dirás?- preguntó Tsukasa un poco molesto y con miedo. Hizo el amago de levantarse, hasta que una pequeña mano agarró la suya impidiéndole irse.

-¡No! Osea... ¡Sí!- Tn estaba muy nerviosa, no sabía qué estaba diciendo y en su cabeza se reñía internamente por semejante y vergonzosa actitud- deja que me explique... ¡TÚ TAMBIÉN ME GUSTAS, TSUKASA-KUN!

El chico la miró contento y la abrazó fuertemente.

-Me alegro de que correspondas mis sentimientos, Tn- sonrió feliz mientras se acercaba poco a poco a la joven que temblaba en sus brazos hasta juntar sus labios en un tierno beso, que poco a poco fue subiendo de intensidad, llegando a ser uno necesitado.

























*Tn pataleaba en su cama por la emoción, con el rostro aún hundido en la almohada. ¿Qué pensaría la gente si la viera así? A ella, la 8va misterio de la escuela y la cual según su rumor, ayudaba a la gente a tener algo con su amor platónico. ¿Qué pensarían si la vieran así por un chico? Pero ese chico, era SU chico, SU alma gemela y SU mundo entero. Su razón para seguir en este mundo, aunque solo fuera un espectro.*




























Tn y Tsukasa se separaron lentamente del beso, dejando como prueba un fino hilo de saliva que los unía, y después de mirarse a los ojos unos segundos, volvieron a fundirse en otro más calmado y lleno de sentimientos.

Desgraciadamente, todo se acaba y llegó la hora de la despedida. Después de una noche llena de besos y abrazos por parte de los dos se separaron y cada uno fue a sus respectivas casas. Oh, pobre Tn, no sabía la sorpresa que le esperaba al día siguiente nada más despertar. Una sorpresa con la que sentiría que todo su mundo se iba abajo, y por primera vez, saldrían a flote el odio y la ira, emociones que Tn nunca había dejado salir.



















Espero que el primer capítulo les haya gustado. No sé si les guste más que narre en primera persona (desde el punto de vista de Tn) o en tercera persona. Aunque sinceramente, me resulta más interesante así. No solo porque me es más fácil de redactar, si no que también podemos saber lo que piensan todos los personajes sin excepción.

La magia del narrador externo chiquis. Bueno, aquí me despido. Besitosss.

~•YOU'RE MINE•~ (Tsukasa Yugi y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora