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Mirarla era mi delirio, la mejor amiga de mi hermana me gustaba desde que tenía uso de razón. Siempre tan hermosa, dulce, atrevida con cada poro de su piel al descubierto. Era perfecta.

         Subí la música a todo volumen, nada como una buena canción para invocar su recuerdo.

         Vivíamos a un lado de la playa y cada fin de semana ella venía para salir al mar con mi hermana, en ocasiones me permitían acompañarlas con la única condición de permanecer a buena distancia.

          La puerta estaba abierta y Gabriela estaba ahí parada, mirándome; se acercó y depositó un beso en mis labios. Abrí los ojos pronto al darme cuenta de que estaba soñando; de nuevo.

           Volví a mi lectura luego de notar que llevaba varios renglones sin realmente saber qué era lo que decía. Es imposible concentrarte cuando alguien tan bonita como ella aparece en tu mente a cada segundo. Su voz, su cabello rizado y largo, su cuerpo, sus manos, todo.

           Cerré el libro dándome por vencido. A veces le echaba la culpa por hacerme así de tímido, de introvertido; las constantes burlas en compañía de mi hermana y las miradas de desprecio en los pasillos de la escuela... Cada cosa que hacía para mantener mi dignidad en el suelo.

            Caminé al baño, me miré en el espejos lograr encontrar el error en mí, ¿qué era lo que ella no veía? Si ella quisiera yo podría ser tan arrogante, despreciable, altanero y parlanchín como sus amigos. 

            No, la verdad es que no podría. 

            Me lavé la cara en un intento desesperado por hacer desaparecer el defecto que ella me encontraba, no lo entiendo, ¿qué hay de malo conmigo? Soy idéntico a mi hermana y la he visto besándola a ella solo por el placer de jugar estúpidos juegos a la orilla del mar. Quería que fuera mía, lo anhelaba como un niño a un dulce.

           Fui a mi habitación una vez más, quité mi camisa dejando ver mi escuálido y blanquecino cuerpo. Mañana sería un día nuevo, uno que anuncia el verano y con ello la llegada de más días con Gaby rondando por toda mi casa en sus pequeños pantaloncillos y camisas ajustadas.

            Miré el techo por un largo tiempo, ¿Qué sucedía conmigo? Soy un maldito nerd, un friki, como suelen gritarme por el corredor; alguien despreciable con un único amigo. Detesto las fiestas por que el ruido molesta mis oídos. No tomo, no fumo, no me drogo y jamás, jamás he tenido sexo con alguien. Mi mejor amiga Poly dice que soy un gran partido para un achica inteligente y sensata pero a final de cuentas ella también es una perdedora como yo y lo único que quiere hacer es levantarme el ánimo.

            Coloqué mis manos detrás de mi cabeza, el techo estaba pintado de manera que pareciera el cielo nocturno, cuando quise que lo decoraran así fue que acababa de leer el primer libro de Harry Potter.

            Añoro sus ojos, sé que cuando me ven no parecen encontrar nada nuevo tal vez es porque ella esta harta de tratar con chicos como yo que solamente la buscan por ser bonita y popular, inalcanzable. 

            Mi hermana es bonita y popular, ¿por qué no puedo ser como ella?

            Cerré mis ojos suspirando.

Podría pasar...

Sweater Weather: f.h®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora