𝗨𝗻 "𝗛𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗽𝗿𝗼𝗻𝘁𝗼"

Hasta pronto

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"Su majestad, el rey solicita su presencia."

Dedos finos dejaron el pincel sobre la mesa, la carta a medio escribir fue guardada entre documentos sin firmar, posteriormente apilados al borde derecho del gran escritorio bermejo. Girando sin mirar hacía atrás, Wèi Yīng dedicó una sonrisa jocosa a Yǐn Yù, acercándose hasta él para posar las manos en sus hombros, palmeando con efusividad y afecto a su vez; una combinación extraña pero que no era ajena al de expresión imperturbable.

"No te hubieras molestado, Yǐn Yù, ¡Gracias por avisarme! Iré dentro de unos momentos. Pero tú procura descansar un poco antes de seguir tus tareas."

El fantasma no sospechó nada, convencido de la promesa en boca de su reina. Pero, quizás, si hubiera prestado atención a los detalles, o tuviera sentimientos reales que lo volvieran perceptible a las expresiones humanas, hubiera notado el rastro de lágrimas seco sobre la piel rosácea de su mayor, e incluso, la falsedad de su sonrisa.

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El sol nunca asomaba en Ciudad Fantasma, perpetuamente en penumbra, el rojo decoraba las calles, dando a aquella un tinte de seducción y privacidad que los demonios disfrutaban cada día de su existencia. Sin embargo, aquella noche el bullicio de las calles se extinguió, cómo esperando el desenlace trágico de un cuento; aguardando, quizás, la tragedia.

Huā Chéng desfiló con pasos veloces hacia la habitación de su reina. La energía de aquel era débil, apenas un aleteo de mariposa que difícilmente era percibido; preocupante y de inmediata alarma. Ingresó, estrepitosamente, golpeando las grandes puertas contra la pared vacía. Sin dibujos de un lago lleno de lotos, sin modelos a medio acabar de extraños inventos… sin su creador a la vista.

È-Mìng se removió, inquieto, llamándole la atención hacia una hoja blanca encima de la escribanía. El fantasma se acercaría a tomarla,  siendo incapaz de ocultar su temblor, pero leyendo con tanta lentitud y quietud que una estatua envidiaría el cuadro.

Finalmente la guardaría,  dando media vuelta y marchando de ese lugar solitario, escapando de las memorias, de los recuerdos, del deseo de un corazón roto.

ㅤㅤㅤ    ㅤㅤㅤ    …

"Huā Chéng, mi amado y precioso rey, supongo que ya sabes el contenido de esta carta, ¿No?

Has recorrido todo tu reino, ¿Verdad? Sabía que lo harías, pero no podrás encontrarme, quizás… ya no tenga la oportunidad de verte de nuevo.

¿Cuántos años han pasado desde que realizamos las tres reverencias frente a los fantasmas de la Ciudad? Pueden haber sido muchos, nunca he gozado de buena memoria, pero sí puedo asegurar que todo este tiempo fui el hombre más dichoso teniéndote a mi lado.

Prometí lealtad, amor y fidelidad, juré protegerte, nunca hacerte daño, ser la reina perfecta para ti y para los demás; hasta el día de hoy mantengo esos votos… pero los mismos pesan en mi consciencia, opacan la felicidad sentida.

El corazón no puede ser engañado, A-Huā. No puedes cubrir el sol con un dedo.

Tú lo amas, ¿Verdad? A aquel Dios de mirada amable y sonrisa brillante, cuya aura apacible deslumbra hasta al más fiero de carácter, ¿Cómo poder compararme con él en estos momentos, cuándo mi alma carga con tanta pena que es desagradable a la vista?

No estoy culpándote de mi partida, mucho menos guardo rencor hacia tu nombre y el de él; pero amándote tanto como lo hago, prefiero dejarte ir antes de mi final, sabiendo que tu sonrisa aflora junto a alguien que la trae a tu rostro sin esfuerzo, al lado de un ser cuya luz iluminará tu camino.

Quiero que seas feliz, que todas las mañanas despiertes y observes el rostro de tu persona amada sin preocuparte por su aspecto marchito o energía debilitada; deseo que lo atesores cuál joya preciosa, como me hiciste sentir, y que des toda tu dulzura a quien la corresponda con gusto, sin temer a un episodio de pánico o llanto descontrolado.

No tengo más que decir, habiendo obtenido todo, lo escrito es mi último deseo.

ㅤㅤㅤ    ㅤㅤWèi WúXiàn, quién te
ㅤㅤㅤ    ㅤㅤamará todas sus vidas.

PD. Dile a Yǐn Yù que me perdone por hacerle tantas bromas, y a Hè Xuán, por no poder invitarle a comer otro plato de mi delicioso congee.

ㅤㅤㅤ    ㅤㅤㅤ    …

"Wèi WúXiàn, siempre has sido alguien impulsivo.

Estúpidamente te arrojabas al peligro, sin importarte tu integridad o sentimientos. Tomabas decisiones que te alejaban de mi, y eras tan esquivo como dulce cuando en nuestra privacidad nos encontrábamos.

Eres un idiota por irte sin decir adiós. Sin despedirte del hombre que dices amar, sin conocer antes mi opinión. ¿Ser feliz junto a alguien más? ¿Tu último deseo? Recuerdo las escenas de vinagre y miel que protagonizabas por cualquier desconocido cerca de mí, ¿Y quieres que crea esa tontería?

… Te extraño. Han pasado cuatro años desde tu partida. Los primeros meses no podía creer que realmente no estuvieras; esperaba, pacientemente, a que cruzaras la entrada de mi despacho sonriendo tan hermoso como siempre, tan alegre que incluso Hè Xuán acababa por sonreír.

Me negué a dejarte ir, a aceptar tu ausencia, a vivir con tu recuerdo… Ahora, puedo saber que es cierto, que ya no estás junto a mi.

No me casaré con nadie más. Tampoco otro ocupará tu lugar, solo existe una reina en Ciudad Fantasma, y eres tú. Seré paciente. Esperaré que tu alma reencarne y, cuando eso suceda, solucionaré el malentendido que te hizo huir de mi lado.

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ㅤㅤㅤ    ㅤㅤㅤ   Huā Chéng, quien te
ㅤㅤㅤ    ㅤㅤㅤ   ama y espera.