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El resplandor en la oscuridad del cielo logro sorprender a quienes se encontraban peleando dentro de la Secta de YunMeng Jiang.

Una brillante luz tenue carmín alumbraba sobre las cabezas de los cultivadores que luchaban entre sí, al igual que una oscura luz opaca se iba entremezclando, mientras un pequeño destello de luz celeste se encontraba en el centro de tan abundante energía.

Nadie sabía que era lo que estaba sucediendo a lo lejos de la Secta Jiang, ni que o quien podía ser el responsable de tan abundante energía espiritual que acechaba las pacíficas montañas de la Secta Lan, pero desde la distancia en la que se encontraban todos podían llegar a sentir el abrumador resentimiento que poseía dicha energía, siendo conscientes que allá a la lejanía sobre la cima de la montaña donde se aguardaba los Recesos de las Nubes estaba siendo atacado por un ser desconocido.

Todos aquellos que veían en esa dirección suponían que la Secta Lan tal vez estaba teniendo una citación peor de la que ellos podrían estar pasando, permitiéndole solo a uno de entre todos los cultivadores saber la verdadera situación por la que la Secta Lan estaba teniendo, en cuanto sintió todo su cuerpo temblar en el instante en que la ficha de Jade que se encontraba escondida entre sus túnicas vibraba abundantemente.

— Los Recesos de las Nubes — susurro Wei WuXian sin poderse contener al reconocer tal sensación, pues simplemente aquella barrera protectora que había instalado alrededor de la montaña era lo que podía hacer que la Ficha de Jade temblará de tal forma avisándole lo que estaba sucediendo, así como su núcleo lo hacía en ese espacio en específico que la Energía Resentida había empezado habitar dentro de él — Lan Zhan — la oscura mirada del menor rápidamente se dirigió al lugar en el que los orbes Dorados opacos sin su brillo habitual se encontraba mirando removiendo todo el cuerpo de Wei WuXian.

Pues el lugar que todos creían podía ser destrozado en cuestión de segundos era aquel lugar en dónde el resplandor sobresalía, esa fría montaña en la que su amado había vivido toda su vida asi como también era el lugar en dónde el más joven había empezado a apreciar dentro de su corazón tras el impacto de sus recuerdos.

Tras la conmoción que se había instalado en la Secta Jiang por lo que estuvieran enfrentando los Lan a la lejanía, logro que una fuerte carcajada se escuchará llamando la atención de quienes se habían detenido en aquella lucha, absolutamente todos los discípulos dentro del Muelle de Loto se fijaron en Wen Chao quien con orgullo y superioridad veía de forma desafiante a quienes estaban acorralando.

A pesar que ni el mismo Wen Chao sabía que era lo que estaba sucediendo dentro de los límites de la Secta Lan, esa Energía resentida que emanaba las frías montañas lo hacía sentir orgulloso al saber y conocer qué tipo de herramientas repleta de resentimiento había empezado a utilizar su padre, por lo cual ese acto podría ser obra de él y de nadie más.

— ¡Pronto la Secta de YunMeng Jiang caerá así como la Secta de Gusu Lan está cayendo ante el poder de su Excelencia el Líder de la Secta de QiShan Wen! — exclamó con bastante superioridad y orgullo Wen Chao dejando que una rara sensación pronto se instalara dentro de los pocos discípulos Lan que se encontraban batallando contra los discípulos Wen, mientras ue ambos jóvenes Maestros Lan apretaban la empuñadura de sus espadas contenido la frustración que sentía en sus corazón por como se había tornado la situación.

El ver cómo Wen Chao se enorgullecía por lo que sucedía a la distancia, logro crear una abrumadora sensación en el pecho de la mayoría de cultivadores, la derrota pronto se empezó a sentir al ver las grandes probabilidades que tenían de que los Wen ganarán ante ellos tras ver la batalla que estaba enfrentando los Recesos de las Nubes, lo que había creado un desaliento entre los cultivadores que peleaba ocasionando que les llegará el pensamiento de la rendición, en donde unos que otros dejaban caer sus propias espadas a sus pies permitiéndoles así a los discípulos de la Secta Wen que los fueran acorralando sin dejar que ellos pudieran seguir peleando debidamente.

Esta Es Mi Tercera VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora