Eric Morgan
-Bueno, bueno que tenemos por aquí, ¿otro traidor? – suelto en un tono tranquilo y burlón entrando por despacho.
-No sé de qué me hablas... -dice y noto como tiembla en cada palabra.
-¿Ah no? ¿Y qué haces aquí? O mejor dicho... ¿qué buscabas? ¿La información de esta mañana? – le pregunto esto último soltando una carcajada mientras que su cara comienza a ponerse pálida. Tras esto Aiden entra por la puerta.
-Enserio Connor, ¿eres tú el traidor? -pregunta este un poco sorprendido puesto que no esperaba que fuese él. Bueno ni él ni nadie se espera que una persona con una apariencia de chico bueno, tímido que acata órdenes sin decir palabra llegase a saltarse las normas. Pero vaya con las apariencias tan engañosas y que por eso no hay que fiarse ni de tu propia sombra. Cada vez me sorprendo más de la falsedad de la gente y eso me quema por dentro.
-El que parecía bueno resulto no ser tan bueno –digo dirigiendo mi vista hacia mi amigo.
-Se...ñor no es... lo que parece –dice intentando defenderse a la vez como noto que mi furia empieza a salir soltándole un puñetazo en su rostro haciéndolo caer al suelo.
-¡TE CREES QUE SOY ESTÚPIDO MALDITO TRAIDOR? –suelto con un grito lleno de ira –¡Porque creo que aquí el estúpido eres tú! ¿Sabes por qué? ¡Porque tú eres el único culpable de lo que te va a pasar esta noche! -grito y me agacho soltándole otro puñetazo.
-Por fa...vor señor....L... lo siento- dice casi en susurro ante la debilidad que presenta después de los golpes que le he dado.
-Sabes Aiden, yo me encargo de esto, disfruta de la fiesta que yo disfrutaré de la mía –informo con una sonrisa a la vez que saco una pistola debajo de mi camiseta.
-Todo tuyo jefe, además de que abajo me espera una preciosidad y no la quiero hacer esperar–me dice con una sonrisa pícara y sale del despacho enseguida dejándonos solos.
-Sabes Connor, me sorprende mucho que sabiendo lo que soy capaz de hacer cuando alguien incumple mis normas, te hayas atrevido a hacerlo, y eso me resulta algo curioso. ¿Por qué nos has traicionado? ¿A quién le pasas la información? –le digo intentando relajar mi voz. Connor no dice nada sigue ahí en el suelo sollozando sin soltar ni una palabra a mis preguntas y eso hace que mi furia estalle más.
-¿NO VAS A DECIR NADA IMBECIL DE MIERDA? – grito y lo golpeo de nuevo. Sigue sin decir nada y vuelvo otra vez a golpearle hasta que sale sangre de su boca. No siento ninguna lastima por él, no siento nada, solo siento que ahora mismo estoy tan enfadado que solo quiero acabar ya con su vida y que quede bien claro que a mí nadie me la juega y me traiciona. Sin embargo, necesito saber para quién trabaja, necesito saber el nombre del cabrón que sigue nuestros movimientos y solo tengo esta oportunidad para enterarme. Hago el intento de nuevo en relajarme y sonar tranquilo.
-Te propongo un trato, si me das la información que quiero saber, te doy una segunda oportunidad para que sigas en mi organización y te perdono la vida, ¿qué me dices? –veo como sus ojos se abren ante mi propuesta y hace un esfuerzo por recomponerse del suelo.
-¿A quién le pasas la información Connor? –le pregunto serio agachándome hasta quedar a su altura en el suelo.
-No.. no sé quién es, contactaron conmigo mediante un número desconocido y me dijeron que me pagarían el doble, y yo.. yo solo necesitaba el dinero y acepte. Perdóneme señor... haré lo que haga falta, le demostraré que puede confiar en mí de nuevo –suplica sollozando.
-¿No tienes ningún nombre que ofrecerme? ¿Nada de información útil? Necesito algo Connor, ¡habla de una maldita vez joder!
-Solo me mandan una dirección para encontrarme y darle la información que quieren. Tengo una dirección solo señor... solo tengo eso.
-Bien, levántate –le digo ofreciéndole mi mano para ayudarlo a levantarse –Dime cual es la dirección –le doy un papel y un bolígrafo para que apunte y él lo anota.
-¿Señor... me va a perdonar? –pregunta inquieto y con temor en su voz.
-Por supuesto.... – empiezo a decir a la vez que me giro dándole las espaldas para luego soltar una risa –Por supuesto que no–me giro nuevamente mirándole a los ojos con furia e inmediatamente apunto con mi arma en su cabeza –Yo no doy segundas oportunidades –digo apretando el gatillo y disparándole en su cabeza cayendo al suelo en cuestión de segundos dejando un charco de sangre en mitad de mi despacho.
Después de esto salgo enseguida del despacho y me voy a unas de las habitaciones para cambiarme la camiseta ya que me había salpicado sangre. Hago una llamada para informar de que ya estaba hecho el trabajo y que vinieran a llevarse el cuerpo sin levantar sospechas. Cuando ya termino vuelvo al despacho, pero para mi sorpresa me encuentro que hay una chica, una rubia que se encuentra de espaldas a mí observando el cuerpo sin vida de Connor.
¿Qué demonios hace esta chica aquí? ¡¿Por qué esta aquí joder?! ¿Otro problema? Maldigo en mi interior porque ahora tendré que encargarme de ella.
Me acerco lentamente a ella hasta quedar a unos pocos centímetros con la intención de asustarla y decirle:
-No deberías de estar aquí bonita.
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Hasta que logren acabar conmigo
Roman pour AdolescentsLia Blake es una dulce chica de 17 años que tras la muerte de su madre no le queda más remedio que vivir con su padrastro, un hombre que hace que su vida sea un infierno. Un día asiste a una fiesta a escondidas y allí se topa con uno de los chicos m...