Capítulo 1

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Vanesa

Café, una buena forma de empezar el día.

Dí un sorbo a la pequeña tacita y miré a mi hermano, como no estaba inmerso en sus pensamientos y mirando el teléfono, a veces pensaba que le tenía más cariño al teléfono que a mí, siempre estaba igual.

Ricky y yo solíamos ir a esa cafetería bastante a menudo, era como una rutina. Me gustaba pasar tiempo con mi hermano pero no siempre era muy hablador.

Dí otro sorbo y ví como mi hermano con sus gafas de sol y su teléfono eran los únicos importantes en ese momento. Por ese motivo fue que decidí no prestarle más  atención a él y empezar a mirar a la gente que pasaba, seguramente sus vidas eran más interesantes que cualquier otra cosa que me pudiera decir mi hermano en aquel momento.

Ver a la gente era curioso, no había mucha gente a esa hora, caminaban tranquilos con un destino fijo, Bueno la mayoría de esta puesto que una chica que entró a la plaza no lo tenía muy claro al parecer.

Tenía el pelo recogido en una coleta alta, su pelo era lacio  y de un marrón oscuro, era alta y delgada, diría que un cuerpo atlético pero no se notaba mucho por el abrigo que llevaba. Me empezó a dar pena, empezó a mirar el nombre de la calle y a comparar cosas en su teléfono. Sí, definitivamente, se había perdido.

La pena me consumió y me levanté.

一¿Qué haces?

一Ayudar al prójimo.

Ricky me miró por encima de sus gafas.

一¿Cómo?

一Lo que oyes. Sigue con tu café y paga.

Empecé a andar y fuí hasta donde ella estaba.

一Perdona 一le dije.

La chica, que tenía los ojos de un bonito iris color verde, se giró y me miró. Era guapa, no iba a negarlo, iba a decir las cosas como eran.

一¿Si?

一¿Estás bien? 一pregunté一. Pareces pérdida.

La chica levantó las cejas pero luego me explicó.

一Mis datos son una mierda, y no sé como llegar a una dirección 一explicó.

一Ah bueno 一sonreí一. ¿Te ayudo?

一Ay, muchas gracias 一sonrió y buscó la dirección en el móvil.

Me dijo la dirección. En verdad no me lo habría esperado. La comisaria.

La chica estaba bien perdida puesto que la comisaría estaba algo lejos de donde estábamos ahora mismo.

一Pues, lamento decirte que estás bien perdida 一le dije一. Eso está a diez minutos andando.

La chica cogió su teléfono y me miró.

一Ven, te acompaño. Así no te perderás 一le sonreí.

La chica me miró pero para su suerte yo había entrado en su camino, es decir mejor ser yo la que la acompañara que otra persona con a saber qué intenciones. De nada desconocida.

Empezamos a andar y nos presentamos, habría sido raro si no lo hubiéramos hecho. A pesar de que la situación ya de por sí era bastante peculiar.

一Antonia Rossi 一se presentó.

一Vanesa D’Angelo 一le sonreí.

Ella me devolvió la sonrisa y yo le pregunté:

一¿Qué la trae por Roma?

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2022 ⏰

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Entre ángeles y demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora