El Hada Y El Mago | Oneshot

Único Capítulo

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La Leyenda Del Hada y El Mago.

Cuenta la historia de un mago, poderoso y de buena apariencia, de cabellos dorados como los rayos del sol acompañados de pedazos de cielo celeste, de ojos color violeta, con una vestimenta formal que consistía de un kimono negro; con bordados de campanilla azules, en las largas mangas; incrustaciones de oro y amatistas rosadas, de calzado; unas simples pero formales sandalias de tacón bajo color azul marino.

Su nombre, tan misterioso como las profundidades del mismo infierno, pero se hacía llamar:
El Gran Rindō Haitani. Nacido de una familia poderosa de magos y hechiceros, del mismo reconocimiento por ayudar en batallas a muerte contra los demás reinos. Eran imparables, sin debilidades, pero por un error cometido por el hijo mayor; El mujeriego Ran Haitani, es que la familia entera cayó en desgracias. Muerte tras muerte, enfermedades y pestes, así fueron cayendo los que una vez fueron los poderosos Magos Haitani, quedando solamente el menor de estos, quien por desesperación decidió alejarse del mundo, viviendo varios años fuera de toda comunicación.

Un día en su bosque encantado que él mismo embrujo para esta a salvo; el mago lloró; porque a pesar de su magia, su poder y riquezas, no había podido encontrar el amor, él ansiaba con locura desposar una mujer, pero por consecuencias anteriores no lo pudo hacer. La luna, su única amiga, la confidente de su pesar, cada noche le daba fuerzas para soportar, todo el dolor que sentía por culpa de su tan larga soledad.

Es que él sabía muy bien que en su existir, nunca debía salir de ese destino, ya que si lo hacía, era posible que lo busquen y asesinen.

-- Si alguien te tiene que amar, ya lo sabrás, solo tendrás que saber reconocerlo.-- Declaró la Luna aquella vez.

Fue en una tarde que el mago paseando en el bosque la vista cruzó con la más dulce mirada que en toda su vida jamás conoció, un hada, pequeño pero lleno de bondad, desplegaba un aura de color azul cielo, junto a sus grandes alas traslúcidas, tanto su cabello brillaba más que el universo en una gama de azules y celestes, sus ojos grandes y dulces con las genuinas expresiones de un niño pequeño, vestía un kimono grisáceo, junto a una delgada katana azul con sus iniciales. Ambos al mirarse, sintieron una conexión muy especial, el hada le sonrió gentilmente y con la mano lo saludó.

-- Muy buenos días.-- Pronunció en un dulce susurró, su voz tan melodiosa y encantadora como la de cualquier hada.

-- Buenos días.-- Respondió el mago con inseguridad.

Desde ese mismo momento, el hada y el mago pasaron el rato charlando frente al pequeño lago. El amor llega a ser tan atrevido que te reencuentra de la mejor forma. Un beso tímido, una tarde juntos tardó el amor en complementarlos. Quisieron estar solos los dos en el bosque amándose siempre y en todo lugar.

Un triste día, el hechizo que protegía al mago del resto del mundo se deshizo; la maldición acabó, entrando paso a la maldad de éste, comenzaron una casería por la cabeza del; según ellos, cobarde más grande de todos los tiempos, el mismo mago rindo haitani, el mal que siempre existió en el resto de seres humanos; llenos de envidia y celos, no soportó ver tanta felicidad entre dos seres. Los cazadores, al enterarse de aquella debilidad tan vulnerable, llamaron a un brujo; que estaba a la cabeza de la misma familia haitani, quien con resentimiento y odio atacó sin previo aviso, hasta que el hada cayó en un sueño fatal de no sentir, su expresión de alegría, esa aura tan encantadora, el brillo natural desapareció, dejando así a un hada gris completa, apagado y sin poderes, con un leve ceño fruncido y enojo reservado. Esto destrozó al mago rindo, el ver a su amado en ese estado le culparia por siempre.

En su castillo encerrado pasaba las noches el mago buscando el poder, lo que fuere, que devolviera a su hada; su amor, su mirada tan dulce de ayer. Y no paró desde entonces buscando la forma de recuperar al chico que aquel día en medio del bosque por fin pudo amar.

Y hoy sabe qué es el amor, y que tendrá fuerzas para soportar aquel conjuro. Sabe que un día verá su dulce hada llegar, logrará salvarlo y para siempre con él se quedará.