Lo conocí como a cualquier otro.
Y me enamoré como nunca antes me había pasado.
Es el primer hombre que me hizo sentir mujer, que realmente me aceptó tal cual soy.
La ves que lo hicimos, yo estaba muy nerviosa y tensa.
Como que quería y no quería a la vez, pero la tentación llegó al limite de mi apetito.
Finalmente me entregue a el, caí en en su poder de la seducción.
Lo q me hizo, me llevó a conocer mi otra mitad, el lado mío q no conocía.
Literalmente me robó mi virginidad con su boca.
Su lengua humedeció mis labios vaginales mientras, me retorcía de placer en la cama, no sabía de dónde agarrarme, si del acolchado o morder la almohada. Al terminar, besó todo mi cuerpo como nunca, mi suspiro de relax determinó que todas las noches se repita esos momentos eroticos más espectaculares q jamás me imagine q sucediera siendo una mujer sin experiencia en la cama.