Convirtiéndome en una dama

Capítulo 0

El día de hoy mis amigas me aconsejaron  que me le declarara a el chico que me gusta, su nombre es Adam Miller, puede que no sea el chico más popular ni el más guapo, pero la verdad para mi él es perfecto; siempre saca buenas notas y es muy agradable, siempre he estado enamorada de él desde que entre a la escuela y aunque solo he tenido pequeñas platicas con el creo que soy lo suficientemente cercana para poder declarármele, incluso ayer pasamos un receso juntos y aunque este muy nerviosa quiero declarármele.

Acabo de llegar a su salón y veo a su mejor amigo, quien está a punto de salir a algún lado.

-Hola James

-Hey

- Ammm...¿sabes dónde está Adam? — le dije antes de que saliera.

-Si, está adentro. ¿Quiéres que lo llame?

 Al escucharlo decir esas palabras no pude evitar ponerme más nerviosa, pero ya estoy aquí, sólo me queda aceptar.

Minutos después sale del salón James y junto a él está Adam, este último me dedica una sonrisa muy linda, realmente debo hacerlo, quiero poder hacerlo, reír y ser muy feliz a su lado, y si espero más tiempo el año escolar terminará y no seré capaz de hacerle saber lo que siento, o peor otra chica se le declarará y lo perderé para siempre.

- Hola Jane, escuche que querías hablar conmigo, ¿hay algo que pueda hacer por ti?

Sus palabras resonaron en mis oídos, es el momento de decirlo, ya lo tengo frente a mí y no hay nadie cerca ya que todos se encuentran  en el patio, el momento es este.

-Hola Adam, bueno lo que pasa es que hay algo que he querido decirte desde hace tiempo, me has gustado desde que entre a la escuela, sé que puede ser un tanto repentino pero yo...

-Lo siento, la verdad es que no puedo salir contigo.

Mi respiración se detuvo por unos momentos, no puedo creer que fui tan tonta, obviamente un chico como él debe tener novia, una chica que le guste o algo así.

- Bueno, si ya tienes a alguien que te gusta pues no puedo hacer nada

- No es eso, es que yo odio a las chicas feas.

Sus ojos son tan inexpresivos, cualquier rastro de calidez en su rostro se esfumó, él no es Adam, él no diría algo así, él no...

-Bueno, ahora esfúmate, no quiero saber nada de ti ahora que sabes lo que realmente pienso de ti.

-¿En verdad, en verdad tú lo crees así?

Dije a punto de llorar, no lo puedo creer, y si hice algo para molestarlo, yo no sé...

- Si, no puedo creer que al fin te dije lo que en verdad siento, me había guardado esto por dos años. Bueno, ya te dije, lárgate que  no quiero que nos vean juntos cuando estas llorando como tonta.