[Episodio 1]

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Narradora

|16 años antes|

Donde todo empezo–

–Los pasos lentos sin interés, sin prisa de aquel hombre eran escuchados notoriamente en el lugar solitario y oscuro que nada más era iluminado por la luz de la Luna.

Cuando miraba enfrente se sorprendio al ver una cosa extraña tirada enfrente de un portón de hierro.

El inmediatamente se acercó hasta que se sorprendio aún más al ver a una bebe tirada en el suelo únicamente cubierta por su sabana blanca. El señor Leonhart cargo a la bebé con cuidado para verla detalladamente.

Sr.Leonhart- Cielos... ¿como es que estas aquí?. -Dijo el mirando a la bebé quien era de cabellos rubios y piel blanca.- No te preocupes, no te abandonaré aquí en la nada como tus padres lo hicieron. -Le dijo a la bebé para así avanzar a dirección a su casa.

Al llegar el abrió y cerró la puerta teniendo cuidado con la bebé.

Sr.Leonhart- Ya llegue. -Aviso el entrando a su casa.

Mujer- Me encuentro en la sala.

La voz de aquella mujer hizo que el inmediatamente se dirigiera a donde su mujer. Al llegar a la sala el vio a su esposa cociendo sentada en el sofá teniendo una bola de lana en sus piernas.

Sr.Leonhart- Natasha... -Llamo el y su mujer alzó su mirada pero su sonrisa se borro, ella se encontraba sorprendida que hasta la bola de lana roja se cayó de sus piernas al ella levantarse de golpe del sofá.

Natasha- Cariño... ¿Donde... como...

Sr.Leonhart- La encontré abandonada enfrente de un edificio, decidí traerla ya que el clima estaba muy frío como para que esta bebé estuviera unos minutos afuera.

Natasha- Hiciste muy bien en traerla. -El esposo de Natasha se acercó sonriendo enseñándole la bebé.

Natasha quizo cargarla así que Leonhart se la dio.

Natasha- Es tan hermosa... -Susurro ella sonriendo al ver a aquella bebé tan hermosa entre sus brazos.

Sr.Leonhart- ¿Y bien?, ¿Estas segura que la quieres adoptar?.

Natasha- Claro que si, amor. No seré una pésima mujer que la abandone tal y como los padres, así que esta hermosa niña se queda en casa. -Dijo sonriendole a su esposo.

Sr.Leonhart- Entonces debemos de pensar en cómo se llamara.

Natasha observo a la bebé detalladamente, hasta que una idea se le vino en la mente.

Natasha- Annie.

Sr.Leonhart- ¿Annie?, ¿que no era el nombre que le deseabas poner a nuestro futuro hijo?.

Natasha- Si pero, ahora ella es nuestra hija.

El hombre dirigió su mirada a la bebé quien se empezó a mover entre los brazos de la mujer frunciendo el ceño y sus labios pequeños. A ambos adultos les pareció tierno, Leonhart acercó su mano acariciando la cabeza de la niña.

Sr.Leonhart- Bien, será Annie.

Natasha- Annie Leonhart.  -Sonrio ella cerrando sus ojos.

Tus ojos, son del color del Mar | ArminArlert Donde viven las historias. Descúbrelo ahora