Capítulo 4: El deber de un héroe.

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El castigo había terminado hace dos semanas, un total de 14 días después, sumando los días de castigo eran casi un mes completo y en ningún solo momento Kaneda ha respondido sus mensajes.

Bakugo nunca se había sentido tan ignorado, siempre hacía el intento, en la noche llamaba y esperaba a que el chico le contestara, que hablara con ese tono molesto de emoción y miedo, disculpándose por no contestar.

¨Lo siento, la escuela me está matando¨ ¨Perdí mi celular y se me olvidó la contraseña de Flash¨

Se esperaba algo por ese estilo, pero el mes casi se cumplía y comenzaba a ser preocupante. Entonces es ahí cuando se da cuenta ¿Kaneda no le había dicho que vivía en una zona peligrosa? Se le seca la boca mientras ve a su celular apagándose tras no recibir respuesta a la llamada, su pluma con la que anteriormente contestaba un cuestionario de inglés ahora rebota en la hoja al momento que Katsuki camina hacia la habitación de Kirishima, después de todo era el más cercano, toca la puerta y quien abre es Kaminari, entra sin pedir permiso y ve como su grupo de amigos se encuentran ahí, jugando con unas cartas de colores y números.

— ¿Y este milagro? — Exclama Denki mientras se acuesta en la cama de cobijas rojas. — Siempre a esta hora estás jugando con Kaneda. ¿Qué tal le va? ¿Le contaste sobre tu castigo con Deku?

— Cállate, no hablo con él desde hace un mes. — Y se sentó a un costado de Mina y la chica recarga su cabeza en el hombro de su amigo dejándole ver sus cartas en busca de ayuda.

— ¿Por qué? Se estaban llevando bien ¿Qué le dijiste al pobre? — Exclamó Sero, sacando un más cuatro en dirección a Kirishima.

— ¿Quién es Kaneda? — Exclama el pelirrojo tomando cuatro tarjetas.

Sero, Kaminari y Mina lo voltean a ver. ¿No sabía?

— El niño de cabello y ojo azul, le mandaba muchos mensajes a Blasty. — Exclama Denki.

— ¡¿Soy el único que nunca supo de él?! ¿Estudia aquí? — Bien, el juego ha sido ignorado.

— No, solo hablé con él una vez, su voz sonaba como un cachorro con miedo. — Exclamó Sero, tomando un trago de agua.

— Pero, su voz era linda. — Señala Kaminari. — Escribe rarito, también, pero es agradable, poder hablar con Blasty casi a diario es un logro.

— Eso ya no importa ¿Qué le hiciste al pobre niño? — Y Mina abrazó a su amigo, soltando un golpe suabe en la cabeza. — Si es tan miedoso como dicen ya me imagino la escena.

— ¡YA! Solo le grité un poco, pero al día siguiente todo estaba arreglado, incluso le conté lo del examen, el solo dejó de contestar los mensajes hace un mes.

Katsuki mordió su labio interno, mientras perdía su vista en un punto fijo, después tomó su celular enseñando el último día de conexión de Kaneda, 26 días sin entrar a la app. Donde el último mensaje que el peli azul mandó fue un

= ¨Buenas Noches <3¨

Un gesto de dolor se colocó en el rostro de su grupo de ¨amigos¨. Se miraron entre ellos y de alguna manera sabían a que se refería cada uno, saben, no puedes justificar a Bakugo viendo que los últimos mensajes que mandó Kaneda fueron completamente ignorados por el rubio.

Mina toma del hombro a su amigo y mirándolo a los ojos dice.

— ¿Cómo no va a estar enojado? Si después que lo regañaras ignoraste sus mensajes. Hasta el muy tonto te mandó un mensaje de suerte para tu examen. — La chica simuló un golpe en el corazón mientras que los demás solo asentían con la cabeza.

Dulces de madrugada || BAKUGO X MALE OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora