Cartas para Alicia

Siempre estaremos contigo

Perdón si decido que leas esto hasta que cumplas la mayoría de edad. Lo más indicado sería que te lo diera conforme lo vaya escribiendo o mejor aún, que te lo dijera de frente. Sin embargo, he optado porque sea de este modo. Es más seguro para un corazón cobarde como el mío.
La razón es simple, tengo miedo de que en el futuro no esté para ti, temo también que en caso que esté, el tiempo me desgaste como el viento ha destruido montañas enteras.
Quiero contarte por aquí la mayoría de los temas que te han inquietado toda tu vida o al menos hacer el intento.
Hace unos días surgió tu primera duda digna por la cual escribirte, tenías 5 años cuando me preguntaste dónde estaba tu madre, no te supe responder, no es sencillo decirles a los niños a tan temprana edad como funciona la muerte.
A veces, solía decirte que ella estaba en una estrella, siempre cuidándote, pero entonces me decías a donde iba ella de día. ¿Porqué solo de noche se ven las estrellas?, ¿porqué tan lejos?, Un día estuviste triste porque a pesar de siempre verte ella nunca te había visitado.
Se que a pesar de no haberla visto te la has imaginado, al menos debiste ver alguna foto en las reuniones familiares, en ocasiones se nos escapa, algún comentario de tipo, tienes la sonrisa de ella, tienes los ojos de un café tan claro como el suyo, tienes su creatividad y cuando estás enojada te frustas tanto como ella. Estoy seguro que aún a la fecha puedes tener algo en tu cabeza.
Ahora, ya adulta, entendiendo una burda manera, igual que todo el mundo, sobre que es la muerte y la inquietud que nos aqueja solo puedo responderte que si bien no sé dónde está puedo decirte en contradicción donde se encuentra. Tu madre al igual que yo estaremos siempre contigo, pues eres el resultado de la unión de nuestro amor. Y esa verdad, aunque no sea una estrella brillará con igual intensidad, será el motor de tu pecho, que bombee tu sangre y levante cada mañana.