Donde Menos te lo Esperas

Capítulo 6

Hola, volvi con nuevos capitulos. Si, en plural porque voy a subir cuatro juntos. No se olviden de votar y comentar para saber como les va pareciendo la historia. Una pregunta ¿Quieren que suba imagenes para que identifiquen a los personajes? Haganme saber sus respuestas con un comentario. Gracias por seguir siempre a mi lado. Los quiero!!

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Capítulo 6

>>Mariana<<

Mi vida había sido bastante complicada, unos días después de cumplir los dieciséis años me enteré que estaba embarazada, sentí que mi mundo se venía abajo y todo fue de mal a peor, mis padres al saberlo enloquecieron echándome de mi casa. Gustavo prácticamente fue obligado por sus papas a hacerse cargo, eran personas muy conservadoras y en cuanto supieron que estaba en la calle me permitieron quedarme con ellos. Durante los meses que llevé a mi hija en mi vientre todo iba bien, me trataban de cierto modo con afecto y me procuraron pero cuando Romina nació todo cambió, mi suegra constantemente me hacía sentir mal diciendo que no podía cuidar sola de la niña y de a poco surgió entre nosotras un odio que solo iba creciendo con el tiempo.

Cuando conocí a Sabrina me di cuenta de la fortaleza mental que tenía, no sabía que pasaba en su vida pero se veía enfocada y era evidente que luchaba por lo que quería. Inmediatamente llamó mi atención, de a poco quería saber más sobre ella, la única manera que lo veía posible era hablando con mi hija y no perdí la oportunidad después de verla por primera vez en el supermercado

- Entonces Sabrina vive sola – afirmé arrastrando el carrito hasta la salida

- Si, desde hace más de un año que vive en el departamento – contó empezando a meter las bolsas en la cajuela del taxi

- ¿No tiene papás? – interrogué curiosa

- No sé muy bien la historia pero sus padres se separaron por infidelidades, la madre se fue a vivir a otro lado con su amante y el padre está en una relación con su secretaria – abrí mis ojos asombrada – Como Sabri no tolera a la mujer el papá le alquiló el departamento

- No debe ser nada fácil – comenté una vez que terminamos de guardar todo – Pero se ve muy fuerte

- Tuvo mucha valentía de afrontar muchas cosas sola – se sentó a mi lado en la parte de atrás del vehículo – Así como vos de tenerme

- Sos la luz de mis ojos – besé su frente – Jamás se me pasó por la cabeza la posibilidad de que no vinieras al mundo

- Por eso estoy orgullosa de la mamá que tengo – recargó su cabeza en mi hombro

A medida que pasaban los días comenzaba a sentir mucha más curiosidad por la amiga de mi hija, el dia que la invité a hacerle masajes fue cuando algo dentro mío cambio, no sé realmente que fue lo que lo detonó pero estoy segura que era algo que ni con el padre de mi hija había logrado sentir. Quien al parecer estaba notando que algo ocurría fue mi mejor amiga y ese mismo día, después de la sesión, me lo hizo saber

- Qué raro que hayas venido exclusivamente para hacerle masajes – me observó entrecerrando los ojos - ¿Hay algo que me quieras decir?

- En absoluto – esquivé su mirada porque sabía cómo hacerme hablar – Es la amiga de mi hija, pensé que sería bueno atenderla yo

- Hace más de dos años que no das masajes a nadie y eso que vinieron clientes diciendo que pagarían más con tal de que los atendieras – me observó en silencio – Sabes que cuando quieras hablar conmigo podes hacerlo