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Una mujer se encontraba ansiosa, observando los nuevos encargos de pinturas viejas y tallados antiguos. Disfrutaba de ver hasta dónde podía llegar la creatividad humana.

Ser la dueña de un prestigioso museo de artes, lleva sus consecuencias, la administración del lugar además de ser costoso, lleva mucho esfuerzo. Las exhibiciones de obras de nuevos artistas como los famosos de la actualidad, eran la manera más efectiva de apoyar el talento y beneficiar su trabajo, ya sea que alguien desee comprar su cuadro. Lo mismo sucede con la inmensa galería de pinturas y esculturas antiguas de alto valor, que, aunque no lo crean, se venden muy bien, razón por la cual se renueva el salón cada cierto tiempo.

--Disculpe señorita, pero no se olvide también de esto. – el muchacho extendió lo que parecía ser un delgado portafolio de cuero demasiado viejo y desgastado.

Escaleras arriba, llegó al enorme salón de mantenimiento, y examinó cuidadosamente cada artículo, dejando al final tan misterioso sobre de piel.

--En su momento, habrás sido un ejemplar muy bueno—lo que encontró dentro del mismo fue un retrato, pero no cualquier creación amateur, era el hermoso retrato muy bien detallado de un joven de piel bronceada y cabellos negros, y lo que más resaltaba era su intensa mirada, casi como si en verdad estuviera viéndote. Aunque el papel esté un poco viejo, no tiene ni un desperfecto, tal parece que fue guardado con mucho cuidado. –- Pero qué preciosidad de pintura! ¡es una pena que la firma de tu autor no sea tan legible... está decidido!, serás exhibido este fin de semana.

-- Qué es lo que va a ser exhibido este fin de semana, Nico-ya?

-- Trafalgar!, ¿Qué haces aquí? Todavía es muy temprano, apenas y son las 7a.m.

-- Supe que los nuevos encargos llegarían hoy por la mañana, así que pensé que sería mucho más ahorrativo empezar con el trabajo antes para no estar apurados el último día. Son 10 cuadros los que están en mantenimiento y tenemos dos días y medio para presentarlos este finde.... ¿Ya me vas a responder la pregunta anterior?

-- Oh... es un retrato, pero está tan bien conservado que no creo que haga falta restaurar nada—guardó la hoja nuevamente dentro del sobre.

-- ¿Ya veo, pero el hecho de que no necesite arreglos, acaso significa que no puedo verlo?

-- Fufufufu...—la mujer recogía sus cosas junto al portafolio y se encaminó a la salida—no dejes que la intriga te coma la cabeza Trafalgar, buena suerte con el trabajo.

-- Tú....

...

Trafalgar Law era el nombre de este muchacho de vida simple; de familia normal y amigos normales. Aunque se dedicara a la restauración de cuadros y esculturas antiguas, le apasionaba crear sus propias obras de arte, sentarse en su enorme balcón y pintar, o simplemente ir al parque y con libreta en mano, inmortalizaba momentos que captasen su atención.

Pero en estos últimos años, el estar frente a un lienzo en blanco y que su mano no pueda tan siquiera trazar una línea, es lo que le ha estado pesando. ¿Bloqueo artístico? Pero... ¿por tanto tiempo?

¿Será posible que ni siquiera los sucesos que han pasado a lo largo de su vida, y las emociones vividas, pueden llegar a mover algo dentro de él y tan siquiera realizar un trazo con la brocha?

¿Se habrá quedado completamente vacío?

Son preguntas que se hace en momentos de soledad y sosiego.

--Nunca me dejo de sorprender con estos cuadros renacentistas, y no lo digo por su ejecución tan elaborada, sino por los tipos de escenarios tan raros.

La vida Fuera del MarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora