Capítulo 6. "Desconfianza"O L I V I A
Indudablemente angelical.
Así luce Erik en su foto de perfil de facebook, o así lucía hace dos años cuando publicó su última foto, desde entonces abandonó su cuenta y no volvió a subir nada. No me lo puedo sacar de la mente, lo que me dijo y el aspecto que tenía es una imagen que tengo tan grabada en mi cabeza que duele.
Las palabras que me dijo se repiten constantemente en mi mente e intento no darle tantas vueltas pero no me es posible. Estoy asustada y eso es algo que no puedo negar. Las sospechas me están consumiendo, no puedo estar tranquila porque ya es la segunda cosa extraña que me pasa en esta semana y cuando intento hacer memoria de en qué etapa de mi vida todo cambió, siempre recuerdo el robo, un hecho destacable pues creo que todo comenzó desde que sucedió, desde ahí todo se vino abajo y empecé a hiperventilar.
Tal vez no debería darle tantas vueltas al asunto, probablemente solo estoy paranoica y estoy viendo cosas donde no las hay.
A ver, a lo mejor Erik estaba jugando, me gastó una broma de mal gusto porque aún me odia, y sí, aunque eso suena descabellado, no me culpen, solo estoy intentando buscar otros motivos del por qué actuó como actuó, me asusta.
No puedo evitar desconfiar, es difícil concentrarme en buscar un empleo si no puedo pensar con claridad y no paro de rebobinar en mi mente lo que pasó. No es normal y no importa la veces que me diga que fue una casualidad y un juego, la desconfianza no se va.
Mis ojos se entrecierran cuando la notificación de un nuevo mensaje en el móvil ilumina la pantalla y cubre gran parte de la foto que observaba de Erik. Es Derek, me pregunta si quiero salir para ponernos al corriente de cómo van nuestras vidas. Sopeso mis opciones pero al final termino por decidir ignorar su mensaje, fingiendo que no lo vi, asi no se va a molestar y me voy a evitar la pena de rechazarlo hostilmente.
Siento que me está asfixiando, ya no es divertido estar con él, lo aguantaba porque él me financiaba la vida pero en vista de que me borró de su testamento mental ya no es necesario seguir con él, al fin y al cabo tengo que trabajar por mis propios medios y aunque he sopesado la idea de hacer que de alguna forma me vuelva a comprar lo que yo quiera no creo poder, ya han pasado unos buenos días y no da indicios de dar el brazo a torcer.
Ya analicé las opciones que tengo para no quedarme estancada y lograr salir adelante, y tengo que ponerme manos a la obra, buscar empleo conlleva un gran tiempo.
***
Han pasado dos días desde la reunión y Danna y Steve ya han empezado a mudarse. Danna me ha insistido en que la acompañe a su nuevo piso para que vea cómo es que está quedando con sus cosas nuevas y las que están transportando pero me he negado en todas las ocasiones, no me apetece salir y sé que ella no solo me quiere llevar para darle el visto nuevo al lugar, también requiere de mi ayuda, las mudanzas son un lío tremendo y para nada sencillas, cuantas más manos tengan mejor. No quiero ser una malagradecida asi que para ocultar mi mal humor, le ayudo a empacar todo lo que está en casa, ahora mismo yo me estoy haciendo cargo de la cocina, por lo que Steve me dijo, no van a llevarse ningún electrodoméstico, únicamente planea llevarse los utensilios que no piensan volver a comprar. En cierto punto ellos me van a rentar el piso amueblado, el refrigerador, la estufa y las vitrinas se me van a quedar.
Eso es mejor para mí, el dinero que tengo no me alcanza para amueblar y ya he estado pensando en lo necesario que es conseguirme un empleo puesto que los ahorros que tengo no son suficientes ni para tres días enteros. Con el pensamiento de ojear más tarde el periódico para ver las propuestas, me decido por meterme a la ducha.
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Avaricia ©
General FictionLa avaricia de Olivia Onoa siempre la ha impulsado a conseguir todo lo que quiere. A sus cortos 20 años de edad es una de las principales jefas al mando del banco de Nueva York. Pero no todo es tan perfecto. No todo lo hizo por mérito propio. Ella...