46: 高槻 泉 (Takatsuki Sen)

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-¡Kuroiwa!-El aludido se aferró con fuerza a su arma, con el ceño sumamente fruncido-¡TOMA VENGANZA POR EL CLASE ESPECIAL URIE!-
-¡MMM!-La bestia a la que se enfrentaban levanto su brazo señalandolo, acto que desmoralizo al resto de invetigadores, no obstante; el portador de gruesas cejas se mantuvo sereno.

Los fuertes y rápidos ataques llegaron, haciendo sucumbir sus gruesos brazos, pues intento cubrirse con el arma y la presión ejercida era demasiada.
El afilado brazo fue movido con rapidez, pero los reflejos del humano fueron capaces de evadirlo sin embargo, olvido el brazo izquierdo el cual le impacto con fuerza, apesar del dolor, el recuerdo de su amigo llego a la mente de Iwao y con un quejido llevo su cuerpo al límite, extendiendose permitiendo que el quinque cortara el brazo derecho, pero no logro evitar que una apertura en su hombro apareciera, de la cual brotó incesante sangre.
Pero su golpe pareció en verdad lastimar al monstruo catalogado como "Búho"
Sangrando intento reincorporarse.
-¡KUROIWA!-Sus compañeros le alentaron-¡Va a caer! ¡Matalo!-El cuerpo se resbaló y cayó al vacío antes de que la paloma pudiera siquiera levantar el rostro.

Mientras la gravedad la atraía, su coraza se deshizo mostrado su rostro y único kakugan.
-Maldita sea-Cerro los ojos preparada para la caída, pero para su sorpresa, esta fue amortiguada-¿Qué?-Vio como flotaba a centímetros del suelo y unas pálidas manos creaban esa distancia.
-Hola-Su voz la hostigó.
-Tsk-














































-¿Qué edad tienes niña?-
-14... años-Dijo tocandose dorso de su mano derecha.
-Hmmm...-El adulto apoyo su cabeza en su mano, mientras repasaba el denso manuscrito, pues este rebasaba las quinientas paginas.
Extendió sus dedos sobre este diciéndose a si mismo cuales eran sus prioridades-Sabes-Hablo por fin-A primera vista se ve que sabes escribir-
-Si-Contesto, descansado las manos en los muslos-Por favor dígame que piensa-
-Bueno, hay demasiadas frases poéticas irrelevantes y tus descripciónes no son muy prolijas-Le dijo sin rodeos-Pero, se ve que tu habilidad de escritura es alta, teniendo en cuenta tu edad-Se levanto extendiendo una carta-Asi que, aquí está mi tarjeta de negocios, si necesitas algo, solo contactame-La chica lo tomo.
-¿...No lo va a leer ahora?-Cuestionó con la cara larga.
Él, quien ya le había dado la espalda se giro con una pequeña mueca acompañada de un resoplo.
-¿Cuantas páginas crees que son?-Dudó de sus palabras-Tengo una agenda ¿Sabés?-
-Pero todavía quedan quince minutos-
-Para nosotros esos "quince minutos" son preciosos-{Para rascarte los huevos}-Eso esta bien por ahora, ¡Es todo por hoy!-

Con un fuerte suspiro "comprendió" el rechazo.
Dejo de mirar el techo gracias un dolor en su estomago.
-Pensé que los manuscritos podrían darme algo de dinero, los editores no tienen visión para el talento-Suspiró {Qué fastidió}-Que molestia-Movio su tacones por el callejón adornado con cientos de libros-Vivir con lo justo...-
Salio de este para luego llegar a un lugar rodeado de lo que más odiaba "Humanos"

En el, abundaban los altos edificios y las carreteras que sonaban a más no poder, así pues; la contaminación de una cuidad se hizo presente, no sólo por humo sino por los mismos habitantes.
-Como ya dije ¡El otro tipo me chocó!-
-Oh, ¿Así paso...?-Dudó el "oficial"-
La mujer con chaqueta y blusa holgada paso de largo, acomodase entre tanto la jueguetona bufanda.
-Hablemos en la estación-
-¡Pero tengo asuntos urgentes que atender!-La portadora de verduzcos mechones piso el suelo con tranquilidad, viendo el coche del policía no muy lejos, rápidamente una idea paso por ella.
-Todavia no termina-El ayudante que reposaba en el vehículo miraba por la ventana, apoyando su mentón con su mano.
-Disculpe-El vidrio fue tocado, con rapidez se giro-El oficial de policía lo esta llamando-
-¿Eh? ¿A mi también?-Frunció el rostro extrañado, procediendo a salir del automóvil-¿Y ahora que...? enserio-Descanso los brazos en su chaqueta, moviendose.

Mi Querido Perdido (Una historia de Takatsuki Sen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora