Muchos pensamos que la vida de una persona termina cuando nuestros pulmones dejan de brindarnos oxigeno o nuestros latidos cardiacos y sentidos se detienen, he incluso yo lo creía así.
Pero hay muchas interrogantes que nunca había pensado.
¿Qué pasaba con nuestra alma luego de morir?
¿Qué pasaba con la esencia de nuestra vida?
¿Era cierto que nuestra alma se quedaba en este mundo aun después de nuestro último suspiro?
¿Cómo era la muerte?
Y por último ¿Existía realmente el alma?
Tantas preguntas que, si esto no me estuviera pasando a mí, nunca, nunca en mi vida me hubiera preguntado.
Y aquí estoy yo, frente a mi cuerpo totalmente inmóvil, un cuerpo vacío y sin vida al cual mi madre llora y lamenta tantas cosas que yo no sabía. Tantos sentimientos dolorosos que yo no podía evitarlos.
-''Ojalá hubiera sido una mejor madre''
Había dicho mi madre con demasiado dolor en su corazón, sus ojos color esmeralda estaban llenos de lágrimas, yo gritaba que era la mejor, pero ella no me escuchaba, ¿por qué nadie podía escucharme?
-Estoy aquí, estoy aquí mamá, hermanos estoy aquí por favor ya no lloren, paren ya de llorar-no podía soportar verlos llorar por mí. Y lo peor era que no podía hacer nada. Era realmente una completa inútil.
-Elisabeth Rodas,17 años, causa de la muerte paro cardiaco, fecha 30 de mayo, hora cinco para las tres de la madrugada-un médico dictaba esos datos a una enfermera cerca de la puerta.
-No estoy muerta, sigo aquí-trate de tomar el cuaderno de la enfermera sin éxito.
Mire mis manos temblando, era como si me hubiera vuelto invisible, parte del mismo aire, no podía tocar a nada ni a nadie.
El nudo en mi garganta crecía cada vez más y dolía como si me estuvieran ahorcando, aun no creía que esto me estaba sucediendo, que fue lo que paso, solo recuerdo estar de camino a casa, entonces todo se vuelve un torbellino de recuerdos, donde veo mucha sangre y dolor en todo mi cuerpo.
No podía hacer nada ahora, solo quedaba esperar a ver que seguía. Me senté en una esquina a ver el llanto de mis familiares.
-Yo también los amo-sollozo. Ellos eran los únicos que siempre estuvieron conmigo sinceramente, como no podría amarlos.
-Deben salir-menciono el doctor y el llanto de mi madre solo aumento.
-No me iré, no dejare a mi hija sola-ella estaba abrazada a mi cuerpo inmóvil, su voz sonaba tan mal que mi corazón se estremeció de dolor. Aun podía recodar todas las veces que me abrazo, todas las veces en las que reímos juntas, tantas cosas compartidas, tantos recuerdos que sin duda la lastimarían por mucho tiempo.
Mis dos hermanos mayores igual estaban aquí, ellos se veían más tranquilos después de haber llorado un poco, y aunque mi madre siguió negándose a dejarme aquí sola, al final Miguel y Lucas lograron llevarla afuera de la habitación.
Cubrieron mi cuerpo inmóvil con una sábana blanca antes de llevarlo en una camilla hasta la morgue. Las ruedas de la camilla sonaban ruidosamente por los pasillos mientras yo los seguía, algunas enfermeras que pasaban miraban discretamente el cuerpo cubierto por una sabana.
-No, no me pueden dejar ahí, le tengo mucho miedo a los muertos no me pueden llevar ahí. Joder deténganse-me paraba en su camino sin embargo ellos seguían pasando sobre mi como si fuera el mismo aire.
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El rostro es solo un símbolo. ^En Proceso ^
Teen FictionEl rostro es solo el símbolo de una persona, su verdadera belleza esta en el alma.