Capitulo 10

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El nuevo amanecer los recibió con la visita de las oficiales de la policía.

Xx: Traemos esta orden en contra de la señorita Elena Carvajal habían dicho.

Todo había pasado en cámara lenta, el desayuno había sido interrumpido por la detención de Elena, Luz lloraba desconsolada mientras Octavio sentía su alma partirse en dos, pero estaba decidido a mover cielo, mar y tierra para demostrar su inocencia, se irían a juicio si era necesario.

A causa de la denuncia que pesaba en su contra Elena debía estar en el reclusorio mientras las investigaciones se llevaban a cabo y permanecería allí hasta que todo se aclare. Su única esperanza era que Ernesto confesara la verdad, pero sabía que eso sería imposible.

El pronóstico de Ernesto era reservado, los médicos estaban haciendo todo lo que estaba en sus manos para salvarle la vida.

Sil: Debes presentar cargos contra Elena por asesinato, si algo le llega a ocurrir a tu hijo Dios así no lo quiera - dijo con matices religiosos y de falsa preocupación - esa mujer debe pagar. Este accidente - simulando comillas con sus dedos - no debe quedar impune.

R: No sé qué hacer Silvia, en estos momentos no tengo cabeza para nada.

Sil: Tranquila, yo te ayudaré.

Silvia sonrió interiormente, ella deseaba vengarse de Elena por "robarle" el amor de Juan Alberto y el de Juanito y no dudaba en manipular a Rebeca para lograrlo.

Dr: Familiares de Ernesto Montiel - resonó la voz del médico en el pasillo de la sala de espera -

R: Yo soy su madre.

Dr: Puede pasar a verlo señora. Tiene diez minutos con él, que no se agite por favor.

Rebeca fue conducida a la sala donde se encontraba asilado su hijo, respiró antes de entrar, imaginaba que sería muy fuerte la escena que la recibiría.

R: Ernesto - susurró cuando estuvo de pie junto a la cama - ¡Mírate nada más! - su voz temblorosa era una clara manifestación de sus ansiedades - Esa mujer merece pagar.

Er: Mamá - la precaria voz que salió de su boca atrajo la atención de la rubia mujer -

R: Mi amor... - besó su frente - no te agites, necesitas recuperarte.

Er: Elena, mamá - balbuceaba - Elena.

R: Tranquilo, esa mujer ya está encerrada, no quedará impune lo que ella te ha hecho. Silvia me está ayudando a que no salga libre esa asesina. Tú descansa.

Er: Elena - tragó un poco de saliva - ella... ella es inocente mamá - confesó sintiendo que su respiración se aceleraba -

R: ¿Qué estás diciendo Ernesto? - dijo desconcertada - Ella te empujó de las escaleras, intentó matarte.

Er: Escúchame mamá - intentando calmar su errática respiración - ella solo se defendió, yo la estaba acosando, yo... yo le hice mucho daño mamá, yo le mentí a Elena, le hice creer que habíamos pasado la noche juntos.

R: ¿Qué?

Er: Yo la drogué mamá, intenté abusar de ella, pero no pude... no lo hice, por eso le mentí. Me desquiciaba no lograr que ella se entregara a mí.

R: ¿Cómo pudiste hijo? - preguntó sintiéndose decepcionada por aquella confesión -

Er: No merezco ni siquiera su perdón mamá, yo le hice daño.

LA OPORTUNIDAD DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora