•· Capítulo 21 ·•

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Capítulo dedicado a @Mariiagog por su cumpleaños, tqm gracias por tu apoyo incondicional en la historia<3333

MOMENTO FUGAZ

KATIE ANDERSON

La sensación tan increíble que estaba experimentando nuevamente a su tacto, era de alguna manera indescriptible, a pesar de todos los problemas a mi alrededor, mis dudas e incluso mis miedos... Él lograba que se esfumaran en tan solo un instante.

No podía pasar un jodido minuto sin pensar en él. Había pasado al menos una hora desde que le pedí a Lucas que se marchara por si nos pillaban, él insistió en quedarse un rato más pero la verdad es que no nos controlaríamos.

En otra ocasión —como siempre suelo decir—, quizá, me fuese parecido ridículo que otra vez cayera rendida a sus pies por el simple hecho, de que en el fondo de mí sé que él no tiene ni la mitad de culpa del daño que ha recibido y que de alguna forma mi familia está en gran parte involucrada.

Y que también nos trae enamoradísima.

Vaaaaleee, está bien.

Estaba decidida a descubrirlo todo cuanto antes, ya no merecíamos vivir en un engaño. Ya no me quedaban dudas de que mis padres cometían actos irremediables.

Después de tanta pensadera a eso de las cuatro de la madrugada concilié mis ganas de dormir —por fin—, y caí en un ensueño perdida en los encantos del castaño ojos claros...

—Déjame decirte que cada vez soy más fan de su shipp, ¿okey? —Lindsay alzó y bajó sus definidas y perfectas cejas.

—Eres una pesada, ¿lo sabes, no? —le di un golpecito en el hombro a Lindsay.

—Oh sí, ahora niégame que no te derrites como hielo cuando Lucas se te acerca —de inmediato mis mejillas se tornaron de color carmesí.

—¡Já!, no te quedas atrás con el menso de Jacob...—solté divertida, muy ajena a su expresión.

Fruncí el ceño, al notar que hundió sus cejas; cabizbaja.

—Eh... ¿pasa algo?—puse una mueca.

Los silencios de Lindsay no eran incomodos incluso, significaba que algo sucedía y las cosas se ponían confusas. Así que, algo andaba mal y comenzó a preocuparme.

Curiosa, me limité a alzar una ceja esperando una respuesta de su parte... Ella, meneaba su cucharita de la taza de café que tenía enfrente mientras yo la miraba con desdén.

—Y-yo... eh... pues... L-lo que pasa es q-que...—posé toda mi atención en ella esperando lo que tenía para decir, de modo que lo soltó tan rápido como logró— ¡maldita sea!, he besado a Steven y Jacob nos ha visto.

Probablemente casi mis ojos se salen de sus orbitas y de inmediato una ola de calor me invade por lo que arrugo el entrecejo.

—Pero... ¡¿pero qué?! —sujeté mi cabeza con ambas manos al borde de la locura— ¿Por qué hiciste eso?; ¿Qué coño te pasa Lindsay?

Hizo una fina línea con sus labios y no levantó la mirada.

—No... n-no lo sé ¿sí? Fue un maldito impulso y la he cagado. Ya lo sé—murmuró, y su voz de verdad sonaba afligida.

Bajé la guardia y decidí acercarme.

—Mírame —levanté su mentón, encontrándome con un mar de ojos azulados y vidriosos—, no sé qué mierda te ha hecho ese imbécil. Y tampoco es que voy a justificar los hechos, pero puedes contar conmigo si necesitas hablarlo...

Mi vida, mis reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora