ੈ♡˳Cálido- Parte única 🐱

4.8K 571 257
                                    

Jimin era un híbrido de gatito calicó. Un joven muy amable y dulce. Con una sonrisa sumamente especial, y que podía encantar a cualquiera, pero tal parecía que no conseguía el mismo efecto con el gato negro que lo hacía ronronear de amor.

¿Y quién era este joven? Nadie más que Min Yoongi. Su amor platónico desde que tiene memoria, o al menos desde que dejó de cautivarse por las bolas de estambre.

El pelinaranja apenas era un cachorro de doce años cuando conoció a su adorado hyung, un año mayor a él.

Un ciclo nuevo en la escuela estaba iniciando, y como ya era costumbre, siempre había un niño nuevo que debía integrarse en el salón.

Y este fue el arisco niño de piel pálida como la porcelana.

Decir que Jimin se quedó embobado fue poco. Algo le llamó la atención desde la primera vez que lo vio, y su corazón comenzó a latir frenéticamente como si estuviera a punto de salirse de su pecho.

Sus ojos brillaban en ilusión, sus orejitas estaban más levantadas que de costumbre, y su larga y felpuda colita se movía de un lado al otro.

Para su suerte, Park siempre fue muy extrovertido, y aunque aquel gatito de ojos verdes le impresionara tanto, todavía se veía en condiciones para acercarse y entablar una amistosa conversación.

Y eso fue lo que hizo luego de que su maestra lo presentará ante el resto de compañeros y Min, tomara asiento en el lugar más alejado de la clase.

Disimulando sus nervios, Jimin se sentó a lado suyo, ocupando el lugar vacío por un compañero que estaba ausente, logrando que el susodicho notará su presencia.

—H-Hola... Soy Jimin—le extendió su manita, y el mayor le observó con cierto recelo—. Park Jimin.

¿Por qué ese niño de mejillas regordetas, labios pomposos y colita aparentemente suave le estaba saludando con tanta confianza?

A él, un niño nuevo, y, por lo tanto, extraño y desconocido. Alguien que debía encontrar la manera de encajar sí o sí.

Bueno, o al menos así había sido las veces en las que cambiaba de escuela por el trabajo de su padre.

Pero el único consuelo que tenía es que esta sería la última vez. Su progenitor por fin pudo poner su propio restaurante, y ya no tendría que moverse a ningún lado por órdenes de nadie.

Ahora era su propio jefe y su familia prosperaría gracias a los esfuerzos del pasado.

El pelinegro detalló esa pequeña manito, poniendo nervioso al dueño. Sin embargo, lo menos que quería era parecer grosero, por lo que aún con desconfianza, se decidió a tomarla entre la suya que era más grande.

Estas parecían encajar a la perfección, como si estuvieran hechas para estar juntas de esa manera. Aunque por la edad, no siquiera se hacían una idea de la magnitud que conllevaba esa percepción tan especial.

—Hola. Soy Min Yoongi.

Su respuesta fue escueta, pero Jimin en su emoción ni siquiera lo notó. El entusiasmo de ser correspondido después de aquel momento en tensión significaba el mundo entero para él.

—Es un placer Yoongi Hyung—el chiquillo con nariz de botón al sentirse en confianza añadió el honorífico, pues creía que era lo correcto al ser consciente de que el niño era mayor—. Yo seré tu amigo y te ayudaré a que puedas adaptarte de la mejor manera en este lugar.

—Está bien...

El más pálido le observó con cierta fascinación, ¿por qué estaba tan emocionado?

Fluffy luv; MYG & PJM One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora