Un Piano y Un Violín

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Notas musicales era lo que el joven Xiao escribía en su cuaderno lleno de canciones compuestas por él, la música era lo que lo hacía sentir vivo, lleno de esperanza y lo calmaba de una manera impresionante. Su familia no estaba presente junto a él y nunca tuvieron la oportunidad de apreciar la música que el chico escribía, de hecho, nadie más que el profesor de música la había apreciado.

Xiao estaba cansado, cansado de que siempre le dijeran que sus instrumentales debían estar acompañados de una voz, de un cantante, y probablemente se estén preguntando el por qué esto le cansaba y molestaba... Xiao era mudo y le preguntaban ese tipo de cosas para fastidiarlo más que todo. Nunca transmitía lo que quería decir, nisiquiera escribía lo que pensaba para tratar de comunicarse con los demás ya que lo consideraba una pérdida de tiempo, nadie leería lo que tenía por decir.

Ese día en la preparatoria se quedaría a limpiar el salón sin ayuda ajena, al terminar estaba por irse pero un peculiar sonido llamó su atención. Como si del flautista de Hamelin se tratase, la dulce melodía de un violín viniendo del salón de música lo arrastró hacia tal lugar, la puerta se encontraba entreabierta cosa que facilitó mucho para Xiao el ver quién estaba tocando tal hermosa canción.
Sus ojos se encontraron con un chico de greñas oscuras con trenzas turquesa llevando una flor cecilia en su cabello tocando el instrumento antes mencionado siendo uno solo con la melodía que tocaba, la sensación que Xiao sintió al escucharlo logró llevarlo a otra dimensión, como si estuviera en el cielo escuchando la mismísima melodía de ángeles. Suena exagerado, pero para un chico como Xiao esta representación no estaba tan alejada de la realidad.

Lo observó hasta que la canción terminó y aquel misterioso chico notó la presencia de Xiao, rápidamente el mencionado se fue del lugar y para cuando el violinista se acercó ya se había ido.

Al día siguiente en clases se encontraba Xiao y sus compañeros cuando al salón entró un chico jadeando de cansancio - Disculpe mucho la tardanza, profesor - Dijo dando luego una reverencia - Ya no importa, vaya y siéntese... Que no vuelva a suceder - Respondió el profesor y con la cabeza baja el chico se sentó.

Xiao de inmediato reconoció ese peinado y esa flor que en su cabello de nuevo traía, era el mismo chico del día anterior; Xiao miraba a este chico sin que se diera cuenta, ahora sentía admiración hacia este por la melodía que escuchó de su parte, ahora sabía que estaban en el mismo salón pero no sabía cómo acercarse, ya estaba acostumbrado a que lo ignorásen.
En la hora de receso Xiao fue al salón de música y se sentó en el piano que estaba asignado para él, la noche anterior al llegar a su casa decidió anotar las notas musicales de la melodía del chico desconocido, Xiao era bueno para muchas cosas pero su buen sentido auditivo para la música siempre ha sido para lo que Xiao mejor era. Sin saber cual era la partitura logró recrear la canción casi a la perfección.

Mientras tocaba el piano tal canción, alguien se le acercó y le dió dos toques en el hombro - Esa nota de ahí está mal - Corrigió señalando la nota incorrecta Xiao pensó en dedicarle una mala mirada ya que no le gustaba que lo corrigieran y le tenía rencor a la mayoría de sus compañeros pero al notar de quién se trataba se dejó corregir - Sé que las notas no son completamente lo mismo pero la que más se acerca es esta, mi sostenido - Dijo mientras tocaba después la tecla que dijo.
Xiao corrigió la partitura que escribió y tocó de nuevo la canción con este cambio notando que lo que dijo el chico era cierto, sonaba mejor de esa manera.

Ambos se miraron y el chico de trenzas sonrió - Así que tú eras quien me observaba ayer ¿No? ... Un gusto, soy Venti, ¿Tú eres? - Xiao bajó la mirada, no tenía un lápiz o bolígrafo cerca para escribir su nombre y estaba seguro de que el contrario no entendería lengua de señas. - ... ¿Está todo bien? - Xiao negó con la cabeza e hizo una señal para indicarle que era mudo - Oh... Entiendo, uhm... - Rápidamente extendió su teléfono celular con las notas abiertas - Escribe aquí tu nombre - Xiao tomó con cuidado el artefacto y escribió su nombre allí devolviéndole luego el teléfono - Bonito nombre, un gusto Xiao - Sonrió dulcemente.

music hall     /     xiaovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora