Like I Can [James Potter] (Wattys2022) ✓

17. El tiempo se pasa volando

27 de marzo de 1990

Había pasado el tiempo demasiado rápido, desde ese día Neville paso a estar a mi tutela, es verdad que Neville solía preguntar demasiado por ella, pero como hice con Harry y Marie le dije que su abuela debía cumplir una misión importante y que no volvería en un tiempo.

La verdad es que no le gusto mucho la idea, por lo que Harry no se despegó de él. En ningún momento lo dejo de lado, además cuando yo se lo dije a Neville, Harry llego y se quedó con él diciéndole que sus padres también se habían ido a una misión muy importante.

Harry, Marie y Neville se volvieron muy unidos, era lindo ver como tanto Marie como Harry intentaban que Neville se sintiera como en casa.

Y un pequeño resumen de estos cuatro años, ¿bueno que podría decir? Hubo muchos momentos lindo con los niños, aprendieron a nadar gracias a Remus y a mí, según Freya aprendieron la importancia del sarcasmo, ella decía que eso era lo más fundamental, típico de Freya.

Tuvimos muchos lindos momentos en familia y cada día era una nueva aventura junto a ellos, todo era tan hermoso. Era evidente que como cada familia teníamos nuestros momentos malos y nuestros momentos buenos. Pero siempre sabíamos salir adelante todos juntos, cabe destacar que cada año los niños se volvían más inseparables y era algo que me encantaría que pasara en Hogwarts. 

El año pasado los gemelos Weasley habían entrado a Hogwarts, lo que hacía que tanto ellos como Marie no pudieran pasar tiempo juntos, pero eso cambiaría y que este año Marie entraría a su primer año de Hogwarts. Estaba demasiado emocionada por ella, pero no quería dejarla ir ni tampoco a Harry y a Neville, pero los dos últimos aún se quedarían un año en casa conmigo hasta que recibieran su carta de Hogwarts.

Estaba muy feliz de tener a unos niños tan increíbles como ellos, es verdad que eran demasiado traviesos, pero por lo demás solían ser buenos niños, no me dieron muchos problemas y lo agradecía. Aunque amaba demasiado que le sacaran canas verdes a Freya, era divertido verla desesperarse, porque había que admitirlo Freya no era una persona con demasiada paciencia.

Hoy era el cumpleaños de James y quería ir a verlo porque no había podido ir antes porque los niños y Freya eran unos terremotos juntos, pero se les amaba demasiado, así que no podía poner en peligro mi casa. Freya solía ser una más de los niños aunque ella dijera todo lo contrario.

Aunque bueno ahora iríamos Freya, Claire y yo con los niños al Callejón Diagon para ver algunas cosas y dar una vuelta como solíamos hacerlo algunas veces. Aunque las dos primeras irían antes con los niños en lo que yo iba a la tumba de James y Lily.

—Cuidaros —le dije a Freya cuando todos salimos de casa, Remus nos vería ahí porque había ido a ver a su padre.

—Tú también Addie —miré a los niños con una gran sonrisa.

—Hacerles caso a Tía Claire y tía Freya —ellos asintieron con una sonrisa. Los abracé a los tres y me desaparecí para aparecerme en el Cementerio de Godric's Hollow.

Camine con pasos temblorosos hasta llegar a la tumba correspondiente, una vez que llegue me senté enfrente de ella y la mire con detenimiento.

—Feliz Cumpleaños James —sonreí un poco—. Este año si no me equivoco cumplirías treinta años abuelo, te echo mucho de menos Potter, no sabes cuanto. ¿Sabes que Harry es una copia tuya? Pues si lo es y es un amor de niño James... Bueno Freya ama llevarme la contraria y les compro a Harry y a Marie dos escobas, las más nuevas del mercado... Están muy bien James, te lo prometo. No sé que más decirte, digamos que después de esto debo volver con ellas para ayudarlas con los niños, iremos a pasar el día en el Callejón Diagon —me levante e hice que al lado de la lápida aparecieran unas flores—. Gracias James por todo, eres una persona maravillosa y prometo bueno siempre te lo digo, pero me da igual. Te prometo que los niños estarán bien —de pronto sentí como si alguien me observara, mire hacia donde todos lados y muy alejado de mí vi a una persona, pero no pude reconocerla porque tenía una capa que lo cubría. Al darse cuenta de que lo estaba viendo se dio la vuelta rápidamente y se alejó— ¡Espere! —empece a correr, pero ya había desaparecido.

Me aparecí demasiado confundida al Callejón Diagon y a lo lejos vi a las chicas junto a los niños viendo los escaparates, me acerqué con una sonrisa.

—¿Qué hay de especial ahí? —los niños se giraron con una sonrisa.

—¡Mami! —los tres corrieron a abrazarme mientras yo soltaba una pequeña risa.

—Vaya vaya, si es el trío problemático —levante mi mirada para ver a una de las amigas de Lily, Isla Montgomery.

—Pero si es la perr... —Freya se calló al ver que los niños estaban viendo la escena un poco confundidos.

—¿Qué quieres Isla? —le pregunto Claire bastante tranquila.

—Simplemente, pasaba por aquí y os vi así que decidí saludaros —Isla miro a los niños, en especial a Harry—. Pero si es el pequeño Harry, eres igualito a tu difunto padre, pero con los ojos de tu madre —mire mal a Isla. Freya estaba en las mismas aunque bueno Claire intentaba calmarla.

—¿Difunto? —pregunto Harry confundido mientras miraba a Isla al igual que me miraba a mí esperando una explicación.

—Bueno un difunto querido, es una persona que ha fallecido —Marie y Harry me miraron y luego la miraron a ella.

—Mi padre no está muerto, está en una misión importante —Isla soltó una gran carcajada.

—Querido, tus padres murieron hace años —Freya se soltó y se acercó a ella peligrosamente.

—Cierra la maldita boca Isla —dijo Freya entre dientes.

—¿Por qué el pobre niño debe vivir engañado? —mire preocupada a los niños y los niños estaban sorprendidos por lo que la loca de Isla les había contado.

—Bueno yo debo irme —Isla se fue y Freya quiso seguirla, pero Claire la sujeto.

—No vale la pena —susurro.

—Obvio que vale la pena, ¿quién se cree ella para decir eso? —Freya estaba demasiado enfada al igual que todas.

—Mamá —miré a Harry y a Marie que tenían lágrimas en los ojos.

—Niños —susurré preocupada.

—Tú dijiste que papá estaba en una misión muy importante —susurro Marie.

—Y es cierto...

—Pues ella dijo que papá está muerto —murmuro Harry, yo no sabía que decirles, estaba demasiado sorprendida y asustada. No quería que se enteraran de esta manera ni mucho menos y ahora ni sabía qué decirles a los niños.

—Creo que lo mejor es irnos a casa —los niños me miraron y fueron con Clarie. Sé que era mi culpa el que pensaran que James seguía vivo, ¿pero qué más podía hacer? No quería que sufrieran.

Al llegar a casa Marie y Harry subieron arriba sin decir una palabra haciendo que mi corazón se rompiera un poco más, intente hacer lo mejor para ellos, pero aun así lo estropeaba más.

NOTA DE LA AUTORA

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