•Capítulo 39•

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Pov Omnisciente

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Pov Omnisciente.

Estresada la castaña se encontraba acariciando su cuello.
Pensamientos de los últimos acontecimientos de los últimos dos días le estaban produciendo jaqueca.
Lamentablemente no le da tiempo a relajarse siquiera un poco por culpa del sonido del teléfono.

Quality Pattison ¿Qué se le ofrece?– finge simpatía.

–¿Hablo con Martina Stoessel? Me gustaría hacerle algunas preguntas.

–No daré ninguna declaración– sin más cuelga la llamada.

Su atención regresa al trabajo, más precisamente a la agenda del jefe. Molesta tacha varios números de los socios que hace tiempo cancelaron contrato. El teléfono vuelve a sonar.

–Si es algún periodista por favor déjenme de acosar– gruñe.

–¿Acosar? Vaya, un tiempo sin hablar con tu madre y ya sos una celebridad con fans tóxicos.

La voz de su madre la hace sonreír.

–¡Ma! ¿Por qué me llamas al número de la oficina?

–Porque tu celular lo tienes apagado. Le pregunté a Anny y me lo pasó.

Se golpea la frente al darse cuenta que no revisó su celular en toda la mañana, ya que lo había olvidado en el departamento.

"Definitivamente tengo la cabeza en otro lado"

–Te felicito por las fotos en la revista ¡Sales bellísima mi amor! Solo que...No me dijiste nada que seguirías los pasos de la loca de tu amiga.

–Nada de eso– se deshace de los altísimos zapatos cambiando a una posición más cómoda en la silla –Fue algo de último minuto para salvar de un lio a la empresa. Aunque aún así me metí en algo peor.

–¿Enserio? ¿Es por eso que los periodistas te acosan, Tini?

–Sí, quieren usar las fotos como excusa pero seguramente lo que de verdad quieren es investigar sobre el estado económico de la empresa– suspira –En fin, es una historia larga mamá.

–Esta tarde me cuentas todo. Necesito verte otra vez y tomar algo juntas. Puedes pedirle permiso a Robert para salir antes...¡O mejor aún! Invitalo y así con tu padre lo conocemos mejor.

Robert, para sorpresa de la joven abre la puerta sin tocar. Sus nervios estaban de punta por culpa de ella y necesitaba verla lo antes posible.

–No es una buena idea mamá. Él quiere estar solo. Incluso me echó a mí ¿Sabes? Ese tipo de formalidades son ridículas para un hombre tan serio como él– cada palabra que dice la modula mirándolo a los ojos con rencor.

Robert se cruza de brazos esperando a que termine.

–Oh...Entiendo– hace una pausa –Bueno me avisas si puedes, solo cuídate. Te amo.

Señorita StoesselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora