Un pueblerino inglés llamado Choi Beomgyu consigue empleo en el palacio donde vive la corte. Allí conocería los lujos y las tentaciones a mano del misterioso príncipe Kang Taehyun quién está a sólo pasos de heredar el trono.
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"No matter how your heart is grieving If you keep on believing The dream that you wish will come true"
' A Dream Is A Wish Your Heart Makes ' Cinderella, (1950)
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Beomgyu, Choi Beomgyu, era un chico conocido en su pueblo por ser siempre amable y servicial. Para los pueblerinos fue de gran ayuda durante mucho tiempo, pues el adorable e inocente chico de abundante cabello negro colaboraba con todo el pueblo.
No importa quién fuese, dónde fuese, incluso ni si quiera la clase social de la persona, él siempre intentaba ayudar a sus vecinos y a los comerciantes que vendían sus productos y sus servicios. Beomgyu siempre decía, que con tal de que le paguen aunque sea una moneda, él siempre estaba dispuesto a hacer lo que sea para ayudar a los demás.
"Todo esfuerzo siempre da frutos" decía. Pues aunque, en ese entonces, fuera un niño de sólo 8 años, entendía perfectamente como funcionaba el mundo. Ningún esfuerzo valía la pena si nunca ganaba nada, y sabía que cualquier primera moneda, con el pasar del tiempo serían miles de monedas más. Eso era lo que lo mantenía motivado.
El chico de 8 años era admirado por muchas personas en el pueblo, pero no todo siempre iba a ser así.
𖧷
Beomgyu corrió hacia la puerta de su casa, muy feliz. Todo el pueblo estaba de fiesta. Había mucha comida y músicos tocando sus instrumentos en la vereda de la calle. El pelinegro abrió la puerta encontrándose con un borracho que dormía en la entrada su hogar, entonces éste se golpeó la cabeza contra el suelo en cuanto un un Beomgyu de 8 años se asustaba por la presencia de aquél hombre. Éste maldijo entre dientes por el dolor, y miró al chico.
- ¿Que haces ahí adentro? ¡Hoy hay que celebrar!
Con algo de timidez, Choi dijo:
- ...Ya veo, ¿Entonces los rumores son reales?
- Ya no son rumores, el rey y la reina presentarán a su hijo. Pasarán por todas las calles del pueblo en una lujosa carroza. - Se levantó y miró al niño tomando una botella de cerveza que estaba a su lado. - ¡No te lo vayas a perder! - Dijo y se fue mientras se tambaleaba. El chico pelinegro escuchó una ovación proveniente de la calle, y unos cuantos pitidos por parte de algunas personas.
