Amor Con Chupetes Y Pañales [ABDL]

Capítulo Veinte

─ ¡Anda! No seas malo. Prometo no molestarte y acerté compañía.

─ Vete Sharon, estoy cansado. ─dijo su hermano sacando las llaves para entrar a su casa─

Sharon estaba tratando de acercarse más a Lenny, lo notaba cansado y con ojeras, además con algo de enojo. Cuando Lenny abrió la puerta y Sharon intentó entrar su hermano puso sus brazos en los costados de la puerta para evitarlo, ella al ver que estaba de espaldas y con la intención de bromear, riendo le dio una nalgada sintiendo de esa manera el pañal que traía.

─ No me digas… ¿tu al igual que Christopher usas pañales?     

─ Si, ¿Algún problema?

─ No, ninguno hermanito ─sonrió dulcemente─ déjame quedarme ¿Si?  

─ ¿Ya pediste permiso?

─ Obvio que si.

─ ¿Ya hiciste los deberes

─ Todos y cada uno.

─ ¿Estudiaste?

─ Si, para sacar solo 10.

Finalmente el mayor se rindió haciéndose a un lado para dejarla entrar, no tenía la actitud para pelear con ella o echarla a patadas, más con la incomodidad de la picazón que tenía en su brazo envuelto en el yeso. Sharon sonrió triunfante y entró.

─ ¿Quieres algo de cenar? He mejorado en mis habilidades de cocina. ─le pregunto a Lenny dejando su mochila en el sofá─

─ Entonces ¿Podría ser hamburguesas? Quiero romper mi dieta y además no creo que sea muy difícil de hacer…

─ Claro ¿Los ingredientes están en tu cocina?

─ Si.

Sharon se fue a cocinar, Lenny luego de darse una ducha rápida comenzó a pensar en lo que le había dicho Christopher sobre de si su hermana menor si estaba intentando cambiar su antigua actitud. Desde el día que había venido junto a Faith la notaba completamente diferente y cambiada, pero aun así no sabia si confiar.

Cuando se encontraban comiendo se sorprendió de lo bien que cocinaba la chica, además de que había incluido papas fritas con una salsa extraña a simple vista, pero sabía rica.

─ ¡Esta delicioso Sharon! Muchas gracias. ─sonrió hacia ella la cual todavía estaba comiendo─

─ No hay de que peque. ─le devolvió la sonrisa─

─ No me llames así, soy tu hermano mayor. ─reclamo─

─ Como digas.

Por alguna extraña razón que hasta a él mismo le costaba comprender, no le molesto tanto, apostaba que si se lo hubiera dicho en los viejos tiempos no hubiera reaccionado muy bien que digamos.

─ Lenny, ya termine de comer. Gracias por dejarme estar aquí. ─se sentó junto a él en el sofá─

─ De nada, supongo. Pero, ¿Por qué querías venir? ─preguntó, pues le extrañaba─