[~Estrellato Indeseado~]
/[~•••~]\
—¿¡Eeeehh!?
Al parecer Loki no tomó muy bien mi sugerencia.
Era bastante obvio que no me iba a dejar acompañarla a la fiesta del Dios Apolo.
—¿¡Estás hablando completamente en serio, Lefiya!?
También fue estúpido de mi parte. Ya sabía que la señorita Aiz era la predilecta acompañante de Loki-sama.
Aiz-san es su favorita, está claro que la va a presumir en todo momento.
¡Y yo qué pregunto el último día antes del baile!
—P-Por supuesto que sí...
Además, no creo que Loki fuese a dejar pasar una oportunidad como esta solo por un capricho mío.
Poder contemplar la belleza de una dama como Aiz, y más encima potenciada por el glamour de un atuendo digno de una princesa...
¡No puedo permitir que Loki se deleite con tal vista toda la noche!
¡Agh! Y lo más seguro es que planea aprovecharse de esto para ponerle sus sucias manos encima.
—¡E-Es decir!, ¡P-Piénselo, por favor!
No puedo permitir eso, y mucho menos perder la oportunidad de hablar con ese conejo.
Así que estoy más que dispuesta a pelear hasta obtener su aprobación.
Lo daré todo, ¡incluso me postraré ante ella de ser necesario!
—Oh... Je, je, je, je...
—¡Claro! No hay ningún problema, Lefiya-chan.
¿Eh? ¿Perdón?
Creo que no... No, definitivamente escuché bien lo que acaba de decir Loki-sama.
Mi oído nunca fallaría de una forma tan garrafal a una distancia tan cercana.
—¿E-En serio?
Aunque sí me mantenía escéptica a creer en sus palabras sin sospechar en una broma sorpresa.
—¿Quién soy yo para negarle a mi querida Lefiya-chan sus deseos?
Involuntariamente sonreí. He de admitir que me alegré de lo comprensiva que podía resultar Loki-sama en algunos momentos.
—Siempre y cuando me dejes escoger lo que vas a llevar puesto, por supuesto — Añadió ella, con una sonrisa que me heló la sangre.
—¿¡Ah!?
Sabía que no debía confiarme, y aún si no lo hice, me sigue sorprendiendo el nivel de depravación de esta deidad.
—Es un cambio de último momento, y ya tenía listo el atuendo de Aizu-tan... ¡Debes pagar el precio por tu osadía! — Esa sonrisa me dio escalofríos.
No pude evitar cubrirme con mis brazos. Tener ropa no me da la suficiente protección ante esos ojos suyos.
He salvado a la señorita Aiz... Pero... ¿¡A qué costo!?
—... A-Ah...
—Vamos, Lefiya-chan... Estás a un sí de distancia...
Estando aturdida, la miré: en sus ojos se reflejó la malicia de su alma.
"Si miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada". Eso es justo lo que acaba de pasar.
¡Es cómo si le hubiera dado un sorbo a la más pura perversidad del mundo!
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Danmachi: Not A Hero's Tale
RomanceBell Cranel, un nombre que resonaba con una peculiarmente alta frecuencia entre los ciudadanos de la ciudad Orario. Un chico al cual le gustaba ayudar a todos en todo, en la medida de lo posible. Se creía que tenía 16 años, había llegado ya hace 2 a...