Prosopagnosia

4 1 1
                                    


Yo tenia un sugar daddy, con el cual llevaba mucho tiempo ya saliendo, le llamaremos Marcos. Marcos era un chico de unos treinta y pico de años con mucho dinero y muchas empresas, él me invito a uno de sus tantos viajes de negocios al que yo rápidamente accedí sin darle muchas vueltas, seria mi primera vez viajando así que estaba muy emocionada.

El vuelo fue muy tranquilo y emocionante al menos para mi, ir en un avión por primera vez era casi un sueño hecho realidad, además, no iba incomoda, ya que Marcos había comprado los asientos en clase ejecutiva.

Nuestro vuelo finalmente aterrizo y después de hacer todo el papeleo necesario y salir del aeropuerto llegamos a nuestro hotel, era el hotel más precioso en el que podría alojarme en toda mi vida, pero el día tenia que llegar a su fin y después de muchas emociones nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente me desperté temprano, demasiado temprano, eran las 5am ¿Que carajos hacia levantada a estas horas? No importa, tome un abrigo y salí del cuarto hacia la calle, iba a explorar los al rededores, Marcos iba a estar ocupado todo el día de hoy, así no le molestaría de más haciéndole que me de un paseo.

El paisaje era hermoso, en serio, este viaje seria lo más lindo que hecho en toda mi vida como mucho, todo era color de rosa hasta que doble en una callejuela estrecha, el ambiente se puso frio y hostil casi inmediatamente pero aun así se me hacia un bonito lugar para caminar, así que seguí adelante como si nada.

Pero rápidamente mi tranquilidad se iría a pique cuando vi la cosa más horrible que podría hacer el ser humano.

Un asesinato.

Era una chica, o eso creo, apuñalando a otra múltiples veces en el pecho. La calle y la chica estaban llenas de sangre y yo no pude mantener el equilibrio y caí apoyada junto a un carro, intentaba hacerlo pero no podía gritar o correr.

La asesina finalmente dejo de apuñalar el cuerpo probablemente ya sin vida de la victima, y se percato de mi presencia, girando su cuello hacia mi y según pude ver por las lineas de su cara dándome una sonrisa. Ese fue el impulso que tuvo mi cuerpo, este reacciono y salí corriendo lo más rápido que pude, realmente no era la persona más atlética que conozcas pero te juro que le ganaba a un corredor olímpico en ese momento

Llegue a la entrada del hotel en donde alguien me agarro, pensé que era mi final y me puse a llorar con toda mi alma, hasta que la voz de Marcos sonó, era el quien me sostuvo cuando entre corriendo, pasaron al menos 10 minutos hasta que más o menos me calme y pude explicar un poco la situación, rápidamente llamaron al 911 el cual llego al hotel y tuve que volver a ese lugar otra vez, en donde afectivamente encontraron el cuerpo sin vida de una joven.

La policía me pidió mi declaración, cosa a la que accedí, les conté todo lo que vi, estos no podían creer que no recordara la cara del asesino incluso aún cuando me vio directamente y se negaban a creer la enfermedad que me impedía esto. 

Duramos más días de los esperados fuera de mi país de origen, realmente ya quería volver a casa, sentir los cálidos abrazos de mis familiares en vez de la fría habitación de interrogatorios de la policía, realmente estaban siendo muy groseros conmigo y no creían mucho de lo que decía, pero al menos estaba Marcos junto a mi apoyándome.

Después de 5 días la policía fue temprano a mi habitación de hotel y me arrestaron por ser la principal y única sospechosa del caso. Esto era injusto, yo no soy la asesina, tienen que creerme por favor. Seria deportada a mi país de origen y encarcelada según las leyes de estos, lo cual significaba que estaría encerrada por al menos unos 12 años por un crimen que ni siquiera había cometido.

Y ahí fue cuando desperté.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 16, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sueños que me soñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora