y aunque mis dedos escribieron ese "y aunque no quiero siento que es momento de renunciar a nosotras" mis labios querían gritar que te quedarás para toda la vida y nunca me dejarás, mi corazón decía que no lo dejarás solo y débil otra vez, mis lagrimas dicen que necesito abrazarte como nunca e abrazado, mi almohada me susurra al oído que deje de llorar y que piense en mi por una vez, al mismo tiempo que mis ojeras me dicen que descanse y yo digo que octubre se acerca.