31. ¿papá?

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Son aproximadamente las 7:30 am y yo ya estoy de pie. 

Pero tengo un motivo para estar despierto a esta hora, haré una llamada importante y sé que si algo no resulta bien ella se enojara mucho. 

Tomo mi teléfono que está en el bolsillo de mi pijama y comienzo a teclear el número de la Fiscalía Central de Investigación para Atención de Delitos Sexuales. 

—Atención de Delitos Sexuales ¿En qué podemos ayudarle? —habla una señorita al otro lado de la línea. 

—Buenos días, necesito saber que necesito para poder denunciar un acoso sexual. 

—¿Usted fue acosado? 

—No, mi novia fue la acosada —Oh... Que bien se escucha decirle novia a Angela. 

—Ok joven veamos, necesita: 

• Nombre y apellidos, domicilio, correo electrónico y/o teléfono de la persona víctima.

•Datos que permitan identificar a la autoridad responsable.

• Relato detallado de los hechos.

Y si se puede o si es que existe: 

•Alguna evidencia de los hechos. 

Comienzo a escribir todo eso sobre mi mano, pero me es imposible.

—¿Puede decírmelo en inglés? Solo los tres últimos puntos. 

—Está bien —su voz se escucha molesta. 

Con mucha facilidad me lo dice y yo con mucha más las escribo.

—Necesito esos papeles en la fiscalía ¿Qué le parece a las 2:30 pm? Y también necesitamos conocer a la chica acosada para poder hacerle unas preguntas que van metidas en su declaración.

—Sí, está bien, me parece perfecto. Gracias

—Fue un placer ayudarle. 

Mis manos sudan, porque creo que primero le tendría que haber preguntado a Angie sobre esto. 

Bueno, ya lo hice ¿Qué malo puede suceder? 

Corro hacia la aviación de Angela, abro la puerta sigilosamente y después de su puerta hacia su cama vuelvo a correr, pero está vez gritando.

—¡Bichooo! —corro y caigo gentilmente sobre ella, después me subo encima de ella —¡Bicho! ¡Bicho! ¡Despierta! —digo mientras la muevo para que despierte. 

—Cariño es muy temprano, déjame dormir. 

—Muy temprano tu cola, vamos despierta, quiero platicar contigo. 

—Yo no, lo podemos hacer más al rato.

Rendido me bajo de ella y me acuesto a un lado.

—Está bien al rato, lo haremos —deposito un beso en su mejilla.

—¿Me abrazas? Tengo frío.

—Nop, tú no quieres hablar, yo no lo haré —me paro de su cama, pero fallo en el intento porque me jala de la cola de mi Pikachu de pijama —Hey, la vas a romper —le doy un manotazo.

—Te ves ridículo con eso.

—Cállate Angela. 

—Cállate tú.

—Me voy —y así lo hago, me salgo de su habitación y me voy a la mía. 

Cuando me acuesto me llega un mensaje a mi celular. 

<<Número desconocido>> 

—Holaa.

—¿Hola? 

𝔊𝔬𝔱𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔞𝔤𝔲𝔞 𝔡𝔲𝔩𝔠𝔢 [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora