El cielo estaba tan hermoso, la brisa tan fresca, los árboles y sus hojas caían, volaban, el agua se veía limpia y cristalina gracias a sus cuidados, regó unas bonitas flores azules, unas NoMeOlvides.
Y se encaminó hacia dentro de su morada. Se oían risas, música y al entrar vio a un SeokYoon bailando con una pequeña Yuri de 10 años. Una prótesis adornaba la pierna de GiHyeok y dos pequeños se engullian su pastel de cumpleaños.
A veces pensaba, tantas cosas hermosas que puede ver, pero JongWoo ya no puede verlas. Y otras se decía, que en realidad JongWoo estaba en cada cosa hermosa que veía, en cada risa, en cada llanto, en cada momento que pasaba.
Cerró sus ojos dando un suspiro profundo. Recordarlo con tristeza no lo dejaría descansar nunca. Tuvieron una vida juntos, y seguir viviendo, amar y seguir adelante, es lo que hace más hermoso su recuerdo, por todas las cosas que le enseñó.
- Niños, ¿le brindaron tributo al abuelo? - Preguntó MoonJo.
- Lo hicimos esta mañana con el tío SeokYoon. - Habló Hwan con las mejillas llenas de azúcar.
- No hables con la boca llena. - Regañó GiHyeok.
Yuri y SeokYoon seguían en su propio mundo, MoonJo se sentó al lado de GiHyeok.
- Están tan grandes.... - Murmuró MoonJo.
- ¿Te da miedo? - Preguntó GiHyeok.
- Si.... un poco, supongo....
- Estarán bien, en la escuela les va bien, la gente los ama.
- Hubo un tiempo en el que la gente me amó también...... esa misma gente desapareció cuando los necesitaba.....
- No lo sobre pienses tanto. Los niños tiene hasta su guarda espaldas privado..... - Dijo con un tono burlesco.
MoonJo rió pensando en eso y como si lo hubiesen invocado, SaenGi entró por la ventana.
- ¡Feliz cumpleaños, mis gatitos! - Sonrió ampliamente mientras sostenía unas tres bolsas gigantes llenas de regalos.
- ¡Tío SaenGi! - Los tres dejaron de hacer lo que estaban haciendo para ir a abrazar al híbrido.
- No los consientas demasiado. - Se quejó MoonJo.
- No me das órdenes, yo hago lo que quiero. - SaenGi le enseñó la lengua y comenzó a darle los regalos a los cachorros.
Los tres pequeños daban brinquitos emocionados, abriendo cada regalo al instante.
- ¡No puede ser! - Chilló Yuri - ¡Es una espada! - Comenzó a atacar la prótesis de GiHyeok.
MoonJo sonrió, agradecía tener estos momentos tan felices, su corazón se sentía cálido y emocionado.
Has sido increíble, limoncito.
MoonJo cerró sus ojos, recordando la lejana voz de su ángel.
Sigue así, estoy orgulloso de ti. Te amo.
Sonrió, soltando pequeñas lágrimas, pero no eran de tristeza, se sentía libre, amado, feliz. Tenía una familia, un hogar propio, un mundo que quizás nunca lo aceptaría, pero que a fin de cuentas, tenía mucha gente buena y muchos bellos lugares que recorrer, y tuvo una hermosa historia de amor, después de todo no podía quejarse, para él su vida era más que perfecta, estaba vivo y podía deslumbrar el brillo de las estrellas, de la luna.
- Papi, no llores. - Yuri tomó su mano.
MoonJo la miró y sus otros dos cachorros se hicieron presentes.
- Papá, perdón, juro que te iba a dejar un pedazo de pastel pero Haneul me obligó.
- ¿Qué? - Haneul se indignó - No le creas papá, sabes que Hwan es un glotón.
- ¿Glotón yo? ¡Tú te comiste todos los doritos sin mí!
MoonJo rió y se secó las lágrimas, abrazándolos, interrumpiendo su discusión.
- No peleen, chiquitos. Papi no está enojado por eso, sólo estoy muy feliz por tener gatitos tan bonitos como ustedes.
Yuri también se sumó al abrazo, MoonJo besó su cabeza.
- Feliz cumpleaños mis bebés.
- Ya no somos bebés, tenemos 10 años, ahora podemos jugar videojuegos con el tío SeokYoon. - Se cruzó de brazos Yuri.
- Los amo, limoncitos.
- ¡Nosotros también! - Exclamaron los menores al unísono, abrazando a su padre.
La felicidad puede ser momentánea, invisible, casi imperceptible. Pero también puede ser eterna. No nos damos cuenta cuando somos felices realmente, y a veces nos aferramos a una felicidad falsa. Pensamos que si perdemos eso tan especial, no volveremos a ser felices. Pero es el recuerdo de ese momento tan especial lo que hace que nuestros corazones se agiten, se sientan vivos, le den chispa a una felicidad eterna, porque mientras el recuerdo perdure, la felicidad se mantendrá estática, como una foto.
Las guerras, el egoísmo y el odio, no son lo suficientemente fuertes para el amor y la felicidad, pueden quitarnos la dignidad, la vida, todo, pero es eso lo que nos hace aferrarnos más a la vida, el hecho de que exista algo tan complejo como la muerte, nos lleva a revivir cada momentáneo instante de felicidad que hayamos conservado y seguir adelante, seguir luchando y permanecer con quienes más has amado, incluso con quienes ya se han ido.
Siempre estarán presentes para hacer a nuestro corazón agitarse.
Fin.
Espero hayan disfrutado la historia pastelitos, perdón por el sufrimiento. También se me hizo difícil concluir nuestra historia.
Aún se vienen más historias de SFH, así que muchas gracias por su apoyo, sin ustedes no hubiera podido crear todas estas historias.
Sigamos luchando juntos por un mundo mejor ^^ ♡
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¡Hey, You! Lemon Eyes
FanfictionSe proclaman nuevas leyes, para aceptar a los híbridos en la sociedad, después de todo, estamos en el mismo mundo. Pero aún permanecen áreas prohibidas donde se permite la caza y esclavización de los híbridos, y se niegan rotundamente a quitarlas, ¿...