¡Bienvenida Kay-chan!

Nueva rival en el amor

<<Hice lo primero que se me ocurrió: me transporté en el tiempo, no sabia a donde, no sabia a cuando, solo huí de aquello.>>

P.V. GRAY:

Después de que Kay-chan me contara su historia decidí acogerla en mi casa. Al principio aquel Dragon Slayer, Sting, no estuvo muy de acuerdo, pero mi tia necesitaba apoyo. Había pasado mucho tiempo desde que yo viví aquello, pero para ella hacía tan solo un par de días que su hermano había muerto, necesitaba distraerla.

Aquella noche la llevé a cenar a un restaurante bastante bueno que conocía. Al ser verano comimos en la terraza, lo que nos proporcionó mayor tranquilidad.

-Dime Gray-kun, ¿tú que hiciste después de...? Ya sabes.

Le conté mi historia, como conocí a Ul, Lyon, como llegué a Fairy Tail... Al acabar Kay-chan lloraba de nuevo.

-Vaya Gray-kun, has sido muy valiente, y ya eres todo un hombre...

Me hizo sonrojarme, pero esto no me impidió levantarme y abrazarla, tanto ella como yo lo necesitabamos.

P.V JUVIA:

Cuando vi a MI Gray-sama abrazando a aquella mujer se me escapó un grito. La furia y frustración que sentí en aquel momento fue máxima. ¿Quien se creía abrazando a mi queridísimo Gray-sama?

Regresé a Fairy Hills descolocada.

-Juvia-chan, ¿va todo bien?

El dulce rostro de Wendy me miraba con una sonrisa. Se me escapó una lágrima y me abracé a la pequeña Dragon Slayer con fuerza.

-¿Qué ocurre?

-Ví a Gray-sama abrazando a otra mujer.

-¿Qué? Eso es imposible, estoy segura de que Gray te quiere a ti.

Le miré de solsayo.

Me acompañó a mi dormitorio y me recomendó que fuera más borde con Gray-sama la próxima vez que lo viera.

Al día siguiente en el gremio les conté a Lucy y a Erza lo que había visto.

-¡No puede ser! Ese Gray... lo patearé en cuanto lo vea. Jugar así con tus sentimientos...-Exclamó Erza

-Por cierto, ¿dónde está? No lo he visto en todo el día.-Se preguntó la rubia.

Como si lo hubiese invocado, entró por las puertas del gremio con aquella mujer. Se dirigieron a la barra y pidieron algo a Mira-san, que les miraba  con curiosidad. 

-Corre a hablar con él, que le quede claro a aquella chica que tú estabas antes.

-No sé Lucy-san, ¿y si Juvia queda en ridículo?

-¿Es mejor que esté de risas con ella delante tuya?

No tuvo que decir más, fui a hablar con él.

Cuando vió que me dirigia hacia ellos Gray-sama puso cara de sorpresa y la chica del pelo violeta me sonrió.

-Oh, hola Juvia... esta es...

-A Juvia no le importa quien sea ella. Juvia se siente muy molesta porque Gray-sama nunca le hace caso y siempre la trata mal. Y ahora viene con esta chica al gremio sin tener en cuenta los sentimientos de Juvia, así que vengo a decirle que ya estoy harta, de Gray-sama, de su actitud y de ir detrás de él.

No pensé en lo que dije, tampoco me arrepentía. No esperé a ver sus caras tras mi discurso, simplemente me fui a Fairy Hills con una idea en la mente, olvidarme de Gray-sama.