SCREAM - PSICOSIS

DON'T FEAR THE REAPER

Sidney conducía, con el pie pisando a fondo el acelerador. Los coches tocaban el claxon al cortarles el paso. Gale se aferró al asidero que había sobre ella.

"Así que su plan es deshacerse de la familia de Sam, pero ¿por qué? ¿Qué es lo que va a hacer?" preguntó Gale, estremeciéndose cuando estuvieron a punto de chocar con otro coche.

Pudo oír el bocinazo del coche mientras cortaban el tráfico. Exhaló, esperando llegar a Tara a tiempo y con vida.

"Creo que él quiere ser el único en su vida. Si puede destruirla lo suficiente, ella se volverá dependiente de él. Y hay una forma fácil de destruirla", dijo Sidney, con voz suave.

Parecía enfadada consigo misma por no haberse dado cuenta antes de su plan. Las respuestas estaban ahí todo el tiempo y simplemente no las vieron.

Gale se volvió para mirar a Sidney.

"¿Significa eso lo que creo que significa?"

Sidney asintió.

"Sam mató a sus padres. Ella sostuvo el cuchillo".

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Sam había dejado de llorar, pero seguía sin mirarla. Tara podía oír su respiración, pero no se había sentado desde que reveló su secreto. Tara también había llorado, pero no era como el llanto de Sam. Ella no se sentía culpable. Lloraba por la pérdida de los padres. Por la pérdida de la familia, de los que amaba, por mucho que les gustara dejarla atrás.

Tara miró hacia Billy, que se apartó de las hermanas y se dirigió a la cocina.

"¿Qué haces aquí? ¿Por qué has vuelto?" preguntó Tara, con la voz ronca por el llanto.

Pudo oír a Sam murmurar "Lo siento" una y otra vez. Pero Tara la ignoró, manteniendo su atención en el hombre de la casa.

Billy regresó y se colocó detrás de Sam.

"Este es el paso final. Necesito a Sam aquí para eliminar su última conexión con lo que era. Para que pueda convertirse en quien se supone que es".

Sam salió de su aturdimiento y miró a Billy. Lo fulminó con la mirada:

"¡No voy a hacer daño a mi hermana!"

Billy resopló.

"Ya le has hecho daño, Sam. Cuando la dejaste atrás, cuando mataste a su madre, a su padre. Matarla sería sacarla de su miseria. Es lo más honorable que puedes hacer, ¿no quieres ayudar a tu hermana a sentirse mejor?"

"¡No voy a hacer eso!" Sam se quejó.

Ella se movió para levantarse, Billy colocó sus manos en sus hombros y la empujó de vuelta a la silla. Sam forcejeó con las ataduras de las muñecas, pero sólo le cortaron la piel.

Tara quería decir algo, pero se preguntaba cuántas veces Billy le había hecho lo mismo a Sam. Cómo Billy seguía obligando a Sam a matar. Hizo que la idea de que su hermana mayor matara a sus padres fuera más fácil de digerir. Tara abrió la boca para hablar, pero no se le ocurrió qué decir.

"Tal vez debería empezar con esto", dijo, metiendo la mano por detrás y sacando un cuchillo. Se dirigió a Tara, con los ojos puestos en su hija.

"Vete a la mierda", escupió Tara, mirándolo con desprecio.

Billy sonrió al oír esas palabras y se volvió hacia Tara. Ella lo miró directamente a los ojos sin alma, y eso le produjo un escalofrío.

"Ya me lo han dicho antes. Sabes, Sidney tenía más o menos tu edad cuando maté a su madre. ¿Cómo le va a Sidney estos días?"