Es curioso saber que lo imposible puede ser posible. Yo no creía en varias cosas como la reencarnación, era algo ilógico y estúpido, pero bueno, cada quien tiene sus creencias. Sinceramente nunca pensé renacer en un mundo como lo es Kimetsu no Yaiba...
Para entender sobre la importancia que tenía Aiko debemos de ver cómo la conocí. Por eso retrocedemos hasta los 7 años de edad. Ahí es cuando nos hicimos amigos y también fue cuando ella se enamoró de mi.
Haruka: Estoy cansado de que mamá me saque de la casa *no podía echar flojera en su casa* Al menos este es uno de mis lugares secretos
El motivo del porque siempre esté en ese modo de flojera era porque pienso que ya hice todo en la vida. Ya mate a cientos de personas. Secuestraba a los sicarios y los torturaba para sacarles toda la información. Hice mi deber a la perfección. Así que me merezco un muy buen descanso.
Haruka: ¿Que demonios? *miró que había una niña en el lago donde el se ponía a lazar rocas* Oye... ¿Necesitas hablar con alguien?
Aiko: No... Estaría bien si me dejaras sola por un momento *diría apenas entré sollozos*
Haruka: No puedo. Dime el motivo del porque estás llorando *sonriendo con calidez* Yo te puedo ayudar
Aiko: No creo... Solo eres un niño que no sabe nada de la vida. Te ruego que me dejes sola *un poco enojada*
Mis ojos captaron a una hermosa niña enfrente de mi. Aunque lloraba no era impedimento para ver sus facciones tan finas y delicadas. Una hermosura que no podía evitar ayudar.
Haruka: Se que no puedo resolver los problemas de todos, pero si te sirve de algo puedes desahogarte conmigo si quieres *sentándose aún lado de ella para verla mejor* ¿Cómo te llamas?
Aiko: Aiko Nakamura *dijo tímida de ver bien a Haruka* Mi padre murió hace poco...
Haruka: Mis más sentido pésame para tu padre *haría una leve reverencia en forma de respeto* Regresando a tu problema me imagino que te sientes triste por la muerte de tu padre
Aiko: Si. Ya no sé cómo vivir si el ya no está conmigo *llorando más*
Haruka: Te entiendo. Sinceramente te va a doler. Pero te diré algo que dijo un sabio hace tiempo. Si quieres que esa persona se sienta honrada tienes que vivir lo más normal. No se cual sea tu religión pero si esa persona te está viendo y sabe que estás llorando por el no creo que descanse del todo bien. Deja descansar a esa persona por su propio bien. Deja que viva su segunda vida. Así que deja de llorar por tu padre y visita el lugar donde está descansando *acariciaría con cariño la cabeza de Aiko*
Aiko: Pero como puedo vivir una vida normal si el no estará presente en mis logros y metas. No verá cuando yo me case. Abrazarlo, ver su sonrisa todos los días y escuchar su voz ya no será posible. No pude despedirme de el correctamente *estaba sacando toda su tristeza* Pero lamentablemente la vida es así. Nacer, envejecer y morir es lo que define a un humano
Haruka: ¿Dime cuándo crees que una persona muere? *lanzo una pregunta al aire* ¿Cuando la bala de una pistola atraviesa su corazón? Claramente te equivocas ¿Cuando una enfermedad incurable está esparcida por todo su cuerpo? Te equivocas ¿Cuando toma una sopa de hongos venenosa? Para nada. Una persona muere cuando la gente se olvida de ella. Aunque el ya no esté aquí, el siempre vivirá en tus recuerdos. Todo lo que dijiste solo tienes que recordarlo, y sentirás que tu padre está ahí contigo. Vivir con todos los buenos recuerdos y nunca vivir con los malos. Tener siempre una sonrisa cuando recuerdes a tu difunto padre. Vivir lo más normal posible por esa persona
Aiko: Gracias... *diría con un leve sonrojo. Rápidamente le dio un beso en la mejilla a Haruka*
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