Un mes había pasado después del vergonzoso momento causado por el hombre que alguna vez pensó que podía ser el amor de su vida, pero que él solo buscaba aprovecharse de ella.
Aún recordaba algo incómoda dicho momento, recordaba que al alejarse lo suficiente del trabajo se dejó caer en los brazos de su amiga mientras que era echa un río de lágrimas. No deseaba ir a casa ese día, simplemente le pedía a Dios que se la tragará la tierra o que la partiera un rayo.
¿en que momento había tomado tantas malas decisiones? ¿qué tipo de karma estaba pagando? porqué por más que mirará al cielo en busca de una respuesta este no parecía querer ayudarle.
"Madre, perdóname". -murmuraba acurrucada en la cama de su mejor amiga, no tenía el valor para mostrarles tal desastre a su familia.-Buenos días _____. -Saludó Yamaguchi a su compañera de trabajo.
El masculino aún no entendía muy bien lo que había sucedido ese día y pensaba que era mejor no interrogar a la femenina.
Tal vez en algún punto de su vida obtendría su confianza y ella podría contárselo. -Recuerda que hoy vas a ir a conocer al equipo que patrocina la empresa.-Si, muchas gracias. -sonrío en forma de respuesta, ¿por qué se sentía tan comoda al lado de Yamaguchi? después de lo sucedido pensó que la iba a interrogar al día siguiente, que apenas llegará escucharía murmullos con cada paso que daba y que su vida sería peor que antes.
Inclusó pensó que tal vez debía ser necesario mudarse de país, ¡París le parecía una grandiosa idea! puesto que su padre había sido un joven que tuvo que viajar al lado de su tío y abuelo para conseguir otro ritmo de vida, para poder mandarle dinero a sus familias para sobrevivir en el país de la moda. -Ya hablé con el fotógrafo y dice que estará puntual.Nothing last forever.
Por más calma que creía que había en su vida en estos momentos, el mundo parecía que conspiraba en su contra.
Caminaba por el largo pasillo que los conduciría al gimnasio del equipo, nunca había tenído la oportunidad de conocer al equipo que patrocinaba su empresa debído a la carga de trabajo que tenían en la otra surcusal.
Por lo regular su trabajo en el equipo de marketing se centraba en lo que vendían, estar en ese momento con jugadores profesionales le causaba intriga.Recordaba que en una noche de primavera mientras que limpiaba su habítación escuchó mucho alborotó en las afueras de su casa, temerosa se asomó en ella y pudo ver a un grupo de chicos que "discutían", más que una pelea parecía que se divertían hablando de cosas que no entendía.
-"Vi a unos niños con un balón que parecía ser blanco y lo lanzaban al aire papá". -contaba fascinada por lo que había visto en la noche anterior y como si se tratará de un secreto puesto que no quería que su madre escuchase. -"Se veían muy felices".
-"ya sé de que me estas hablando" -habló de la misma forma que su hija. -"Esos chicos son muy ruidosos, me recuerdan a mi época de juventud".
-"Aún eres joven papá". -el mencionado sonrío ante las palabras de su hija. -"¿tú eras igual de ruidoso?"
-Demasíado, aún no sé como tu madre me pudo hacerme caso.
De igual forma intentaré conseguirte un balón como esos para que puedas jugar con tus hermanas".-"Si, quiero ser feliz como esos chicos".
Escuchar las zapatillas rechinar y al balón ser golpeado le recordaba a esas pocas veces en las que jugó con sus hermanas, tal vez en su momento no fue tan feliz como pensó que lo sería cuando obtuvo el balón, pero ahora que era capaz de recordarlo con nostalgia.
-_____, este es el equipo de Voleybol. -habló Yamaguchuando cuando los masculinos llegaron enfrente de ellos y los rodearon esperando indicaciones, además de verse grandes e intimidantes. -Este es el equipo de Marketing, por favor hagan caso a sus indicaciones.
-¡Si! -hablaron todos a la vez.
-Perdón, llego tarde. -habló una voz masculina que sorprendentemente le era familiar, todos se giraron para ver a quién acababa de llegar causando que su corazón saltará a encontrarse con esos ojos color miel los cuales no podía admirar tan bien como esa vez por los lentes que llevaba puestos. Era igual de alto como lo recordaba y si no fuera por la inevitable desgracia que los rodeaba ella hubiera pensado que era hermoso, malditamente hermoso.
-¡Tsuki! -escuchó a su lado, pero tanto el mencionado como ella se perdieron al encontrarse cara a cara.
Los labios rojos por la paleta que con anterioridad ____ se había comido estaban abiertos ante la sorpresa que teníafrente de ella, al igual que sus mejillas estaban rosadas de la verguenza por recordar el primer encuentro con el rubio. -Ella es_____, hoy van a trabajar con el equipo de Marketing.Ambos esperaban nunca más volverse a ver, que nadie -aparte de Meí- supiera lo que pasó aquella vez, como la ropa de ambos se mezclaba en esa habitación de hotel y como escuchar al otro hablar les causaba escalofrios.
Por más que intentará ser profesional sus piernas temblaban al tener que trabajar con él.
Por un momento perdió esa voz de liderazgo que debía de tener por el puesto en el que se encontraba.
No sabe cuantas veces suspiró en busca del oxígeno que le faltaba a sus pulmones, tampoco de todas las veces que contó hasta 100 ya que contar hasta 10 no le estaba funcionando y como si su cuerpo supiera ante quién se contraba el poco roce que tenían con él le ardía como si del infierno se tratará.-Eso fue todo por hoy. -habló lo más clara que podía.
-Gracias por venir, la estaremos esperando para nuestra siguiente práctica. -agradeció el capitán.
No quería volver.
Se había cambiado de ciudad para no ver al desgraciado que la había drogado para abusar de ella, y ahora estaba ante el desconocido que no sabe si se aprovechó de ella o simplemente fue una alma desgraciada que se encontró en su camino.-Meí, ven por mí. -murmuró abrazada a su teléfono en las escaleras una vez que el equipo de voleibol se había ido a las duchas y su equipo de trabajo terminaba de guardar todo para dirigirse a sus casas.
Su cadera dolía y sentía una punzada en su vientre, como si recordaran el dolor que sintieron al despertar la lado del desconocido.
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Principe Sapo (Tsukishima y Tú).
FanfictionElla es simplemente demasiado ingenua con el mundo. Esa ingenuidad puede causarle algunos problemas a más de uno... Y los cuentos de de hadas deben de quedarse en eso, solo en cuentos. **** Personajes demasiados pendejos, disculpe las molestias. Por...