Comida. Estoy en una habitación llena de luces y espejos, sin embargo; no hay comida. El aire se mezcla con las colonias y el fijador de pelo. Siento los párpados pesados, creo que estoy por dormirme.
Mis compañeras están por salir a la pasarela y todavía no logro sacar el cansancio de mi cerebro. Con una increíble pesadez consigo ponerme los tacones y levantarme de mi asiento, me tambaleo un poco, pero logro estabilizarme. Escucho a mi asistente decir un par de cosas, pero todas las palabras se escuchan tan lejanas. Mi vista se desenfoca por momentos junto con mi audición, necesito comer. Las almendras que mi madre me dio antes de salir de casa no me alcanzan para llenar el vacío de años de malos hábitos, todos creados por las altas expectativas de mi progenitora y su familia. Llegué a la conclusión de que, si mi padre siguiera vivo, al menos tendría más de tres comidas decentes al día, y no tres malditos vegetales y restos de pescado crudo. Yo no quiero esto. Quiero un desayuno completo repleto de grasas y no semillas de pájaro. Anhelo un almuerzo con las calorías suficientes como para poder recuperar un poco de grasas corporal. Deseo con tantas ansias una cena que satisfaga el ruido de mi abdomen que aparece todas y cada una de mis noches.
Restricciones para comer, para tomar, para hacer, para vivir ¡carajo! Ser adolescente no debería de ser así de agobiante.
Pierdo de vista a mi asistente, tampoco consigo escucharlo. Las luces blancas como luna llena se apagaron de repente. El aire se siente más limpio y mi cuerpo está relajado, tanto que no consigo moverme. Mis ojos se cerraron en un momento, intentaré abrirlos de a poco. Una línea de luz asoma por mis ojos y de a poco empiezo a distinguir en donde estoy.
Hospital viejo amigo, empezaba a extrañarte. El barullo se empieza a escuchar y consigo distinguir las voces de mi madre y la asistente social. Creo que esta vez podré irme con mis padrinos. Creo que esta vez la asistente conseguirá darme la libertad. Creo que esta vez, podré comenzar a vivir.
Disclaimer: este no es mi primer trabajo. La consigna para realizarlo era que con nuestras palabras escribamos que considerabamos como civilización y barbarie.
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Trabajos no tan trabajos
RandomEn mi carrera nos hacen escribir cuentos teniendo en cuenta las consignas que nos dan y a partir de ello y nuestra imaginación, salen cosas. Acá voy a dejar las que me parecen relevantes y que tienen una redacción decente. No me creo escritora ni de...