NATURALEZA REPRIMIDA

CAPITULO 11

Cada día era más difícil de soportar, mis hermanos creyendo que no sé lo que hacen, ellos no logran entender que soy diferente, no logran aceptar que jamás seré como ellos, piensan que por ser el más pequeño no entiendo que soy su rata de laboratorio, que me analizan y miran cada uno de los movimientos que realizo, sé que lo que hago no está bien, pero ellos, quienes me dijeron que era, siempre me recuerdan para que estoy aquí, seré su salvación se los prometí desde la última vez que los vi antes de venir aquí, donde nos creamos.

Somos varios, más de los que podrías contar, todos esparcidos por el mundo, enfrentando las palabras hirientes de los que nos llaman enfermos, poco a poco aceptamos con gusto y orgullo quienes somos, mis hermanos no lo entienden, por más señales que les de su cerrado cerebro no capta que soy diferente a ellos, no se dan cuenta que soy alguien más inteligente y que acepta que ellos no sean los hermanos perfectos.

Lo que no entiendo es como ellos, mis creadores, lograron que conociera de alguna manera este lugar, desde que llegamos acá no dejo de tener un deja vu tras otro, como si ya hubiera estado en este pueblo, como si ya hubiera vivido aquí. El primer deja vu que tuve fue cuando la señora que me cuida nos ayudó, vi una versión de ella más joven y más bonita, en medio de la plaza del pueblo con un elegante vestido y de la mano de un hombre mayor que ella, se veía tan feliz, yo me encontraba en una cafetería frente a la plaza, observando cada uno de sus movimientos con una furia incontenible.

Desde aquel instante no ha habido un solo día en el que no tenga un deja vu, no importa donde este, parece que viví aquí y yo quiero saber por qué, quiero saber quién era y que hacía. Quiero entender porque ellos me mandaron a este lugar, porque, aunque no lo crean fui yo quien les dejo a mis hermanos las imágenes del pueblo, y busque a personas que hicieran recomendaciones en internet, me metí en problemas más seguido y me comportaba terrible, todo porque ellos me pidieron que lo hiciera, porque debes seguir a tus superiores cuando eres un poco más que un simple humano, cuando quieres saber quién eres en realidad y que puedes hacer.

Todo lo que hago es por ellos y por mí, porque no voy a negar las ganas de comer su carne de vez en cuando, ha habido veces en las que no he aguantado y los he mordido arrancándoles el pedazo, pero si yo puedo ayudar en algo quiero hacerlo bien, el hecho de que sea el menor de los tres no significa que no soy apto para hacer las cosas que ellos hacen, pero si supieran todo el plan que hice en 2 semanas para que nos viniéramos a vivir aquí, todo resulto bien pues aquí estamos.

Ahora estoy intentando mejorar, comportarme de mejor manera y no ser una carga para ellos, porque de todas maneras no tuvimos a los mejores padres y ellos están cuidando de mi de una manera única, con entrega y amor.

Con esto me refiero a que comencé a buscar, a investigar quien más del pueblo podría ser como yo, a preguntarle a la señora que me cuidaba de sucesos extraños en el pueblo con la excusa del cuerpo que encontraron hace unos días, ella me dio unas instrucciones para buscar unos libros antiguos en la biblioteca del pueblo que me podrían ayudar a despejar mis dudas.

Así que al día siguiente le dije a mis hermanos que me acompañaran a la biblioteca a buscar unos libros para una tarea, cosa que, aunque no era cierta ellos aceptaron de inmediato, así que desde ese día comenzó mi búsqueda para encontrar respuesta a eso que me atormentaba a diario. Quería comprender mis maneras de actuar, las formas en que detectaba las cosas que otros no lograban entender, quería saber porque desde que había puesto un pie en este lugar sentía que habían pasado miles de cosas y sentía demasiado, recordaba cada uno de estos lugares y los veía como eran antes, con generaciones por delante, sentía que pertenecía a ese lugar pero no entendía por qué, sabía que yo tenía una historia y aunque me sentía terrible por no entender nada, sabía que debía aprovechar a mi familia, o lo que quedaba de ella, quería parecerme a los demás niños del pueblo pero por más que lo intentaba siempre terminaba mal.

Terminaba regresando a casa con mi hermana de la mano mientras ella me pregunta por qué hago esas cosas y yo no sin entenderme si quiera a mi mismo le contesto con un simple silencio, esperando llegar a casa para poder saciar mi hambre.