El Vampiro de la Calle 37

27º La investigación

Esa misma noche Gerard se dirigió a Bella Muerte. Bob y Ray trabajaban como guardias nocturnos esa noche y hace varios años ellos solían vivir en Londres.

Por el momento ellos eran su única fuente de información para saber que esperar de ese lugar.

—chicos—los saludó. Estaban recargados en unas lápidas.

—hey Gerard.

—hola amigo, creí que que hoy no trabajabas—contestó Ray.

—es mi día libre pero quería hablar con ustedes sobre algo.

—claro amigo ¿que sucede?

—es sobre Londres.

En cuando pronunció esas palabras las sonrisa de sus amigos se borró y su mirada se volvió seria.

—¿qué hay con Londres?—preguntó Bob frunciendo el ceño.

—iré ahí, mañana.

—¿podemos saber por qué quieres ir ahí?—Ray se puso de pie y cruzo los brazos. Era evidente que ninguno de los dos tenía buenos recuerdos de ese lugar.

—digamos que alguien me debe algo—respondió. Ray y Bob intercambiaron una mirada—jamás he ido y necesitaré toda la información que tengan.

—¿qué clase de información?

—¿dónde puedo encontrar a los vampiros más viejos?

—escucha Gerard—dijo Ray en tono serio—no sé en qué clase de problema estés metido pero te puedo segura que por ningún motivo querrás ir a dónde los vampiros más viejos. Si ellos te deben algo jamás te lo devolverán, al contrario , te quitarán más y más.

—se que es peligroso pero debo intentarlo. No me meteré en problemas, lo prometo.

—no lo sé amigo—dijo Bob—te aprecio y no quiero que unos locos obsesionados con el poder te hagan pedazos.

—por favor amigos, es importante—rogó.

—de acuerdo—cedió Ray—se que no importa cuanto te diga que no vayas de cualquier manera lo harás así que creo que lo mejor será que te diga que hacer para no morir.

—es una locura hermano—agregó Bob.

—hay un antiguo club que lleva siglos, cambia de nombre cada cierto tiempo, creo que ahora lo llaman "El Monstruo".

—El Monstruo...—susurró Gerard.

—es un club secreto, solo asisten vampiros y... su comida. Pero en realidad dicen que es la entrada para otro lugar aún más secreto, ya sabes, el verdadero club. Ahí están los vampiros más viejos e importantes, pero te advierto solo puedes ingresar con invitación, si intentas entrar sin una, te matarán.

—de acuerdo—Gerard no paró de preguntarse si Lindsey se encontraría en ese club y qué clase de cosas harían ahí.

—hagas lo que hagas Gerard, no metas la pata y haz todo lo que te digan, solo así sobrevivirás. Los vampiros allá no son como nosotros, son mucho más salvajes y crueles.

—entiendo—eso explicaba el comportamiento impulsivo de Lindsey—gracias por la información, los veré en un par de semanas.

Se dio la vuelta y se dispuso a marcharse cuando Ray lo detuvo.

—Gerard—lo llamó. Se dio la vuelta—solo prométenos que no morirás.

—lo prometo—contestó aún sabiendo que era una promesa que no sabría si podría cumplir.