Introduccion

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Al abrir mis ojos me doy cuenta de que estoy en un lugar desconocido donde la asesina y fría oscuridad domina ese lugar. Trato de voltear a mi al rededor para ver sí hay alguna luz que me ilumine un camino seguro, pero al parecer lo único que apenas logra iluminarme son las tristes y débiles estrellas que están acompañando aquella lejana pero hermosa luna llena.
Trato de forzar un poco mi vista para encontrar un lugar donde recostar mi cabeza ya que me duele un poco, pero es difícil ver a mi al rededor por que empieza a llegar la niebla que sin duda hace que me causé mucho temor e inseguridad. Siento como la niebla me acaricia la piel lentamente, siento como rosa mis pequeñas y rojizas mejillas y al final como va quemando las puntas de mis dedos. Me quedo pensando y recordando cosas que han pasado en mi vida, odió los recuerdos porque se apoderan de mis sentimientos sin duda los recuerdos son como las personas llegan a tu vida te crean ilusiones, sueños pero cuando menos lo piensas se van y te causan un dolor inmenso que con dificultad se puede reparar.
Cuando la niebla logra irse siento como alguien me mira y es verdad alguien me estaba mirando en su mirada reflejaba dolor, angustia, preocupación. Trato de acercarme pero un abrir y cerrar de ojos el ya no está. Doy algunos pasos para atrás pero sin darme cuenta tropiezo con una piedra y caigo arriba de unas espinas las cuales cortan mis manos y piernas. El viento empieza sonar y siento como susurra en mis oídos los gritos que trae con el. Veo como el viento destroza cada delicada hoja de los árboles más frondosos. Cuando el viento dejo de gritar, me levanté y sentí como unos brazos me agarraban de los hombros y me lanzaban hacía atrás, y uno de mis pies resbalo hacia el vacío. Afortunadamente logre agarrarme de un palo que estaba ahí. No sabía si aguantaría mi peso porque sin duda ese palo se veía frágil.  El miedo empieza hacer de las suyas en mi mente. La misma persona que me tiró empieza a repetir una y otra vez cada vez más fuerte
-Sin duda hoy es tu final- dijo con su voz ronca. Lo repetía y repetía, pero en eso sólo se escucho un grito interrumpido, y siento como una mano agarra mi delicada muñeca y escucho una dulce voz que logra calmar mis nervios
-Descuida no te dejare caer-
No quería confiar en las palabras pero no tenía ninguna otra opción así que deje que el me ayudara.
Una vez que estoy arriba trato de estabilizar mi mente.
-No deberías de estar aquí- dijo mirándome a los ojos tratando de intimidarme
-Yo no decidí estar aquí- respondí alterada
-Sólo veté de aquí-
-¡Pero no se como!- dije entre lágrimas pero para cuando termine la frase el ya no estaba. 
En todo ese tiempo que había transcurrido el sol ya había salido, el calor del sol me hacia sentir seguridad.
-¿Por cuál camino se supone que debo de seguir?- me hice esa pregunta
-Por el que quieras- volví a escuchar esa voz dulce
-Pero... ¿Hay buenos y malos?-
-No, no los hay- respondió
-¡Claro que si! Jaja- escuche otra vez esa voz ronca
-No hay caminos buenos ni malos, tu los haces como quieres- la voz dulce hablo
-Pero no estoy lista...- susurre
-Mira niñita la vida nunca te preguntara que es lo quieres y mucho menos te dará opciones - susurro a mi oído la voz ronca.
No sabía exactamente que camino tomar, me sentía muy confundida. 
Tarde algunos minutos pero elegí el camino izquierdo se veía mucho más seguro. Empecé a correr lo más rápido que pude, <<¿Qué era lo que debía hacer?>> me preguntaba eso una y otra vez en mi mente. Al pasar por el sendero que había en medio de la arboleda se escuchaban voces algunas solo me susurraban pero otras gritaban dentro de mi. <<Esto es un sueño, esto es un sueño>> Me detuve por algunos segundos, estaba cansada y no tenía idea a donde me llevaría este sendero. Observe un poco el lugar y todo empezó a tomar una nueva dimensión, cerré mis ojos y conté hasta diez tal vez eso me ayudaría a despertar, cuando los abrí me encontraba a la orilla del mar.
-Así te quería encontrar, tú te destinaste a esto- volví a escuchar otra vez esa voz ronca detrás de mi. Me di la vuelta, y vi a un hombre alto vestido completamente de negro, su rostro no lo podía ver. Salí corriendo y él iba detrás de mí, me tomó por la cintura y me arrojó al agua. Después agarro mi cuello con sus dos enormes manos y sumergió  mi cabeza al agua, trataba de luchar pero no podía, el aire que tenía en la boca se estaba acabando.
Saco mi cabeza por unos minutos pensando que yo ya estaba muerta.

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2016 ⏰

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