En cuanto llegamos al estacionamiento el móvil de Matt empezó a sonar y algo dentro de mí vibró de la angustia. Él sin pensarlo tomó la llamada.
—West.
Miré de soslayo la expresión del padre de Ronald y no se veía contento.
— ¿Cómo que escaparon?, tienen que encontrarlos y... —respiró—. ¿Él está bien?
Mi corazón se quería salir de mi pecho y mis piernas empezaron a temblar.
— ¿A dónde lo están trasladando? —preguntó desesperado.
Nos detuvimos enfrente de un Bugatti Veyron en color azul marino. Las puertas se abrieron verticalmente y Matt con la cabeza me pidió que entrara, me sentía aturdida pero de igual manera logré que mis piernas respondieran para entrar al lujoso auto.
—Voy en camino, Lance, no te separes de él y quiero que encuentren a esos malditos bastardos.
Matt entró después de mí y lo miré con preocupación. Volteó a verme.
—Iremos al hospital—anunció Matt con las cejas fruncidas.
Me costaba respirar con normalidad, cerré mis ojos por un momento para calmar mi ansiedad por la palabra hospital.
No hubo necesidad de presentarse con los guardias, le dieron paso libre al jefe y Matt arrancó a toda velocidad al hospital. Quería volar en ese instante para saber el estado de Ronald y lo que más me desconcertaba era la actitud de esos rastreadores ¿Qué le habrán hecho a Ronald? ¿Habría logrado escapar antes de que los agentes de Matt lo encontraran?, todo esto me parecía confuso pero al menos Ronald ya estaba a salvo.
Al llegar al hospital corrimos para preguntar por Ronald. Nos detuvimos en la recepción, frente a unas enfermeras y una nos sonrió amablemente.
—Disculpe, señorita —comentó Matt para ella—. Dígame por favor la habitación de mi hijo, Ronald West.
La enfermería parecía deslumbrada por el hombre que tenía enfrente y accedió a decirle con un poco de torpeza en sus movimientos.
—Claro, señor West —respondió la enfermera revisando el monitor que tenía frente a ella—. Su hijo está en piso y pueden pasar a verlo, su cuarto es el doscientos veinte.
Fruncí las cejas, significaba más elevadores y yo estaba desesperada.
—Gracias señorita, vamos, Aurora.
Caminamos hacia los ascensores y entramos con varias personas en su interior. Sonó de nuevo el móvil de Matt y respondió.
—Sí, Lance, ya estamos subiendo al piso donde está Ronald. De acuerdo.
ESTÁS LEYENDO
2º COLISIÓN: para siempre te protegeré.
Siêu nhiênLibro #2 [Completa] Ahora las cosas son distintas. Una decisión que marcará el rumbo de su relación. ¿Nuevas amistades o rivalidades en el amor? Un encuentro entre un padre y su hijo que desatará sentimientos y rencores. Una persona que se creía mue...