DIOS
Narrador omnisciente:
Octubre 24, 00;04
Con los criminales no se juega, no se pasa tiempo y tampoco se alia. Simplemente porque por más pequeño o grande que este sea no deja de ser lo que ya menciones, va de robarle la cartera a alguien, a apuñalar o disparar, y al final convertirte en una máquina que no hace más que exterminar a todo lo que se aproxima, por poder que es lo único que te detiene y te llena.
Claro que hay algo más allá que el poder y ser un criminal, no hay nada peor que un villano y que este no tenga fondo, es como un pozo, muy oscuro, profundo y en el que la luz no se vea por ningún lado. No hay cambio, no hay Dios, ni persona que lo cambie y la verdad es que ni siquiera la venganza lo hará.
No importa que tan grande se haya hecho Stark en los últimos cuatro años, no importa cuanta armería haya creado y vendido en ese tiempo, tampoco ha toda la gente que ha matado por demostrar quien es la bestia que manda o por simple ira, no importa porque nada compensará que Victoria haya pasado esas horas en sus brazos mientras se desangraba, no importa porque eso no borrara el recuerdo de Sunshine contra el cuerpo de Adriano siendo tomada a la fuerza, no importa porque eso no cambiara el que entre drogas haya visto a su propio hermano inyectarle drogas, no importa porque eso no cambiara que sus noches sumido en depresión solo pensaba en lo solo que estaba sin Steel y sin Sunshine a quienes no había podido volver a ver después de su muerte, y mucho menos le dará el tiempo que se deslizo entre sus dedos todos estos años mientras sus gemelos crecían con monjas y sus primos en la parte más pequeña de Francia.
Y Stark es un hombre inteligente, brillante, y dotado, pero eso nunca entrará en su cabeza, para él matar, acabar a los que los dañaron y todo lo que venga con la venganza es el eclipse donde acabará con la carga de su espalda.
Y no es así, porque eso solo alimenta a su bestia interior y no al Stark que está roto. No le hicieron daño al asesino, al criminal, y tampoco al traficante, dañaron al primer trillizo de Victoria Marchetti y Samuel Hoffmann.
Stark suele tener recuerdos recurrentes en su cabeza, sobre su mamá.
<<—No es no para las chicas, —dice mama mientras aparta un rizo de mi hermana quien tiene siete años como yo y mi hermano, mi cabeza reposa en los pechos de mi mama, y Steel tiene sus pies sobre la mano de mamá mientras su espalda se recuesta en la espalda del sofá.— y también para los chicos. —me dice y sonrío cuando me roza el dedo por la punta de la nariz.>>
Stark se pasa las manos por su frente, la sangre sigue húmeda, y el cuerpo de Gregory sigue caliente debajo de él. Stark había estado en muchas peleas pero ahora su corazón no deja de latir con rapidez, su boca no deja de entre abrirse con la respiración confundida, y solo hay ira, ira cargada de un remordimiento que le hace arder la boca.