Mis Minis-Historias

Gemelos en una Guerra

Oliver sin más decidió mirarse una última vez más al espejo donde él se reflejaba vestido con uno de sus más finos trajes, recordando que hace un tiempo lo había usada para una ocasión totalmente distinta a esta; por así decirlo sintió una pequeña punzada en el pecho, mientras viajaba por sus antiguas memorias recordando los tiempos que había vivido con su gran amigo, compañero de juventud y aliado en todas sus locuras, James.
El siempre decía a todo aquel que preguntaba sobre James, que él era un ser único a pesar de que genéticamente no era tan único pero su espíritu era algo inigualable. Oliver hasta ese entonces era una persona muy alegre, pero poco sabía que esa felicidad acabaría muy pronto, específicamente el 25 de febrero de 1940, justo el día de su cumpleaños el cielo caería sobre sus hombros, su mundo se desmoronaría y no habría como modificar el pasado, ni aunque tuviera todas las señales del mundo, el no podría adivinar que estaba por venir .
El 9 de septiembre de 1939 ambos gemelos fueron reclutados para unirse en la guerra, más bien en la segunda guerra mundial, ninguno de los 2 quería participar en estas atrocidades, pero fueron obligados a ir o de lo contrario serian tomados como traidores a la patria, sin poder tomar otra alternativa ambos partieron a la guerra, ellos se habían estado acompañando hasta casi el último momento, cuando el enemigo comenzó a tomar la delantera no tuvieron más opción que retroceder, y tras el tumulto de soldados queriendo escapar ambos se separaron, trataron de encontrarse lo más rápido posible, pero ninguno llego a tiempo, cuando Oliver por fin había visualizado a su hermano, pero como dicen “ninguna bala tiene piedad de nadie” y sin más una de estas atravesó la cabeza de james, Oliver rápidamente quiso ir con el pero todos sus compañeros lo detuvieron ya que nadie quería mas muerte en esa zona.
Muchos dicen que el grito de Oliver al ver a su hermano dando su último suspiro de vida fue algo escalofriante, por cada centímetro de su rostro se iba asomando la tristeza, dicen que en ese momento una gran parte de Oliver se murió junto a su hermano, ya que este había sido su todo y cada uno de sus recuerdos felices iban desapareciendo ya que solo se volvían recuerdos tristes y melancólicos.
Desde ese entonces ya han pasado 25 años y ya es 29 de febrero de 1965. Oliver estaba dolido como todos los años, pero de apoco trataba de superar la ida de su gran compañero y con un gran dolor en el pecho se dirigió al cementerio, con un ramo de flores blancas y naranjas con unas pequeñas enredaderas que sobresalían de esta, el creía que todos los años en este día que no solo era el día de la muerte de su hermano sino el día de su cumpleaños, se habría una pequeña brecha para reencontrarse, ya estando en el cementerio  se inclinó sobre sus rodillas y empezó a charlar con el como todos los años hacía, tratando de despedirse y prometiendo que el año próximo ya lo habrá superado y sería feliz, pero esta solo era una promesa vana ya que sabía que nunca podría superar una de las más desgracias de su vida, dejando el ramo de flores en el centro de la tumba de su querido hermano, se despidió de él recordando que solo le quedaban viejos recuerdos los cuales jamás podría revivir