Capítulo 8: Riflessioni di saggezza

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NY

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NY. ALCANTARILLAS. 11:30 pm

          PENSAR ERA LO ÚNICO que hizo desde que se alejó de aquella sala, dejando a la mayoría con un ceño fruncido y más de una especulación por su actuar.

Sus pies la terminaron llevando a una de las tantas salas de la guarida subterránea, ésta era tranquila. Parecía una especie de dojo con una gran alfombra formada por varias telas de distintos materiales y cocidas entre ellas. El forraje cubría la mayor parte del suelo y la decoración le transmitía muchísima calma. Los pequeños bonsáis en las repisas resaltaban, así como unas cuantas velas y una repisa con algunos libros.

No le hizo falta preguntar para saber que podría estar en la sala que usaban para meditar o estudiar, quien sabe. Lo cierto es que fue el único lugar en el que se permitió vagar entre sus pensamientos, profunda y libremente.

Necesitaba aclarar sus ideas, pues si bien había lógica en no participar en el plan que Raphael quería llevar a cabo a cómo diera lugar, una parte de ella también sentía que le estaba dando la espalda, no solo a él sino también al resto del equipo; porque eso se suponía que eran, un equipo ¿no?

Desde que fue capaz de razonar, esa parte lógica y meticulosa de su mente se plantaba con la cabeza en alto, imponiéndose ante todo lo demás sin que ella pudiera hacer nada para impedirlo. Un auto reflejo de su subconsciente para evitar sorpresas desagradables, como hace 5 minutos había sucedido.

Si, Roa podía ser despreocupada, testaruda y divertida la mayoría del tiempo, pero cuando algo no le cuadraba, simplemente dejaba todo eso de lado para cambiar a una faceta más seria y fría; cómo si cambiara de piel y fuese otra persona.

Su cabeza era un completo desastre, las ideas, suposiciones y demás iban y venían más rápido de lo que le gustaría e inevitablemente la obligaban a sacar conclusiones apresuradas, de las cuales ni siquiera estaba segura.

Por otra parte, el sentimiento de culpa recorrió su estómago hasta su cuello y la punta de sus pies, desde que esas palabras se escaparon de sus labios. Culpa por darles la espalda e irse tan descaradamente, culpa por asumir cosas de las cuales no estaba 100% segura. Pero qué podía hacer si desde pequeña le habían enseñado a cuestionar lo que no le pareciese, a tener voz y voto propio.

Era terca, si algo se instalaba en su cabeza no había nada que hacer para cambiar de idea, siempre fue así.

Hace menos de 30 minutos, cuando llegó a las alcantarillas, el ambiente era tan denso que la tensión se incrustaba hasta lo más profundo de su ser. Aquel griterío e intercambio de miradas hostiles entre Leonardo y Raphael solo le aseguró que algo andaba mal.

*.•𝙎𝙘𝙞𝙤𝙘𝙘𝙤 | Raph.•.* | tmnt 2014/2016 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora