Mil pedazos 《EN EDICIÓN》

No todo es como nos lo cuentan

¿Sabeis esa sensación de que ya conoces a esa persona de toda la vida aún habiendo estado solo dos horas con ella?

Lo que no entiende mucho la gente es porque nos enamoramos, y es porque nuestro cerebro almacena pequeños fragmentos de caras que hemos visto a lo largo de nuestra vida, y una vez que se forma uno de los millones de puzzles que se pueden llegar a formar es cuando encontramos a esa persona, y se genera el famoso flechazo, o como dicen ahora un crush.

Sabes que solo vas a sentirte así por esa persona, porque esta claro que por otra se siente diferente, o sino que me lo digan a mi, que sigo estancada en el recuerdo de una relación que no tuvo sentido desde el principio.

Era un día como cualquier otro, no estaba muy segura de que iba a pasar, solo sabía que estaba con la regla y que no estaba para bromitas. Cuando te conoces el lugar en el que vives vas automáticamente a los lugares, sin necesidad de pensar en que calle tienes que girar, sin necesidad de pensar: ¿Era por aquí o por allí? ¿esta calle estaba aquí? Eso nunca pasa cuando llevas 18 años viviendo en el mismo sitio.

Nathan era mi amigo desde hacía más o menos dos meses, y le habíamos gastado una broma a Chalie bastante mala, pero que a fin de cuentas nos reíamos un rato, a costa de Charlie si, pero nos reíamos, tiempo después de esa broma, empezamos a salir, lo cual supuso la ecatombe, porque fue tan listo que acabamos los dos en un parque y dejándome un amigo por el.

Después de eso suele llegar ese momento en el que te aislas, tus notas bajan, te sientes mal, bueno, menos lo de las notas, todo eso me ocurrió a mi. Empecé a aislarme, a perder amigos y hasta que no llegó el verano no me digne a salir, lo volví a ver, por supuesto, y si no llega a ser por la que un día fue mi amiga quizás no hubiese hecho las paces con el.

Esta claro que solo somos instantes en la vida de una persona y que una vez nos hace daño la hacemos mala, todo lo que un día fue bueno con esa persona lo hacemos malo y desagradable, hablamos mal de ella y quizás solo quería dejar las cosas bien, no siempre saliendo ilesos.

Cuando eres una persona empática como yo, las preocupaciones de los demás te duelen más que las tuyas mismas y claro, como no sentirte mal cuando la persona que más quisiste esta mal. Es sencillamente imposible, y más si la sigues queriendo, si ese latido brusco aparece cuando lo ves, cuando sientes que está cerca, cuando te abraza, cuando te sonríe, cuando es el mismo...

Normalmente las personas caemos varias veces con la misma piedra, y eso es normal, es como el que vuelve a comer pizza cuando ha dicho que iba a comer sano, la que dice que el lunes empieza la dieta, como aquel que dice que va a dejar el alcohol y dos horas después tiene una cerveza en la mano, todos siempre caemos en lo que fuimos una vez felices, aunque seas muy fuerte algo siempre es tu debilidad y la mía siempre lo fue Nathan, o por lo menos desde que lo conocí, es como que lo quise tanto que ahora y hoy por hoy, sigo albergando parte de ese cariño.

No es fácil dejar ir un recuerdo que te trae a la mente tan buenos momentos, que te hace sentir en paz pero te duele que haya personas que te ocasionaron daño, porque poco a poco los cachitos del corazón roto que recogiste se te pierden de nuevo al recordar.

Porque ahora mismo, llueve sobre mojado, ahora mismo no hay cura para un corazón roto, y la única que conozco es que te vuelvan a hacer creer de nuevo en el amor.

Nadie merece que le rompan el corazón, pero hay que tomarlo como una nueva experiencia de la cual hay que aprender y la cual hay que superar y saber aceptar que no todos son iguales, y que no porque tengan el mismo tipo de personalidad significan que vayan a hacerse el mismo daño.

Es mucho el daño que causa terminar una relación, te empiezas a ver defectos continuamente, empiezas a pensar que no vales como persona y eso duele, y duele mucho, pero muchas veces no vemos que eso es solo nuestra cabeza, no vemos que eso es solo pensamientos por nuestra vista distorsionada por el dolor.

Muchas veces pensamos que solo las mujeres sufren una ruptura, pero, ¿eso es así de verdad? ¿Realmente solo las mujeres sufren? Esta claro que no, pero sufrimos un proceso muy distinto de los hombres, o por lo menos eso es lo que yo he escuchado, lo normal es que nosotras suframos al principio, y ellos conforme va pasando el tiempo, lo que yo saco de esto es que soy como un perro verde, yo sigo sufriendo después de un año y medio pero bueno, empezaré por el principio.

Porque está claro que no todas las historias de amor es como nos las cuentan, que digo, esto es una historia de superación, porque nadie te va a querer si no te quieres tú antes.