Eric Morgan
Las dos chicas se quedan inmóviles al verme. Me encuentro a unos cuantos metros de distancia de ellas y pese a que no pueda precisar del todo bien la vista, sé que están hablando. Puedo observar como mueven sus labios, aunque no pueda escucharlas.
¿Qué estarán diciendo? ¿Estarán planeando algo?
Estoy un poco confuso e intrigado, siguen ahí hablando y al no poder enterarme de nada, se me está empezando a subir el humo a las narices.
Parece que una de ellas le está suplicando algo o eso creo, la noto muy desesperada. La supuesta amiga veo que asiente a lo que le dice la rubia. Esto me huele mal. Ahora las dos me están mirando fijamente como si se estuviesen preparando para hacer algo. Espera, ¿qué está haciendo? ¿Es lo que creo que está haciendo? ¿Están echando una cuenta atrás?
¡Qué cojones!
¡Mierda, mierda y mierda! Maldigo cuando escucho el grito de ¡Corre! Las dos chicas salen disparadas en direcciones opuestas.
¡Maldición!
Me la ha jugado de nuevo, y ahora solo puedo ir hacia una y claramente la elijo a ella. Salgo corriendo en su dirección y menos mal que estoy en forma y correr no me supone ningún problema. En muchas de mis misiones he tenido que perseguir a unos cuantos imbéciles y ninguno ha logrado escaparse. Cada vez estoy más cerca de ella para atraparla. La chica sigue corriendo, sé que se está quedando sin aire ya que está ralentizando sus movimientos, pero aun así no se rinde y esto me hace pensar que es luchadora, que no se rinde por nada, además de que ha sido valiente al enfrentarse conmigo, me está desafiando y eso, eso me gusta.
Después de unos minutos más corriendo por fin la tengo tan cerca que puedo agarrarla y ambos caemos al suelo. Me levanto y veo que esta boca abajo rendida, puedo oír como la falta de aire la está ahogando e inmediatamente le doy la vuelta y me pongo encima de ella.
-Nadie huye de mi –le digo furioso.
¿Enserio pensaba que podría huir de nuevo? ¿Y sobre todo huir de mí?
Nadie huye eso que le quede bien claro. Sin embargo, creo que su estúpido plan solo ha sido para salvar a su amiga porque ya sabía que de mí no podría. Me sorprende un poco lo que es capaz de hacer por salvar a alguien que le importa, tiene coraje la chica. No obstante, no se va a salir con la suya y encontraré también a su amiga. Las dos pagaran caro, y sobretodo ella, la única culpable.
-Levántate –le ordeno. Ella se levanta un poco aturdida, mareada que parece que se va a desmayar, pero es fuerte y se mantiene posicionándose enfrente de mí. Al momento, oímos unos pasos cerca de nosotros. Me giro y veo que es Aiden que se aproxima. Su expresión de la cara cambia mostrándose desconcertado al ver a la chica.
¿Quiere decir eso que se conocen?
Ethan también la conoce ¿Quién es esta chica? ¿Por qué todos la conocen menos yo? Ahora sí que siento mucha curiosidad en saber de ella.
-No... tu no preciosa –dice mi amigo apenado.
-Aiden... -ella suelta con la respiración entrecortada.
-¿La conoces? –quiero saber ya la información.
-La ha traído Adam junto con su nueva noviecita.
Ahora me empiezan a cuadrar las cosas.
-¡Maldito Adam! ¡Todo esto es culpa suya! –él es el responsable. Todo esto es culpa suya. Ya hablaré con él muy pero que muy seriamente -Su noviecita ha escapado mientras yo iba a por ella. Llama a todos y que la busquen ¡Que no escape! Cuando la tengáis llevadla al sótano. Yo me encargo de esta.
-¡No, no no! ¡Por favor dejadla, ella no tiene la culpa! –dice la rubia suplicando. Está claro que no tiene la culpa, que la única culpa es de ella, pero no puedo dejarla ir, sabe algo y mientras sepa algo no la dejaré marchar.
-Por favor, haz conmigo lo que quieras, pero a ella déjala –vuelve hablar suplicándome. La miro fijamente y algo hace que se me remueva por dentro. No sé qué es, pero me duele verla así por muy enojado que este.
¿Por qué me pasa esto? ¿Qué me pasa? No entiendo nada ahora mismo.
-Eric... -comienza a decir Aiden –Eric... hermano yo puedo encargarme de ella.
¿Encargarse de ella? Ni de broma, aquí el único que se va a encargar soy yo. Yo me ocupo, nadie más.
-Aiden, haz caso a mis órdenes si no quieres tener problemas conmigo –le ordeno fulminándole con la mirada. Que no se atreva a cuestionar mis órdenes.
-Hermano tranquilízate... es una chica, no tiene la culpa de haber estado en el lugar equivocado, no te ha hecho nada.
-¿Qué no me ha hecho nada? ¿Y esta sangre que corre por mi cabeza de que es?
-Mierda... -maldice por lo bajo y veo que se acerca a ella –Te has medito en un buen lio, preciosa –le dice y mis puños comienzan a apretarse. El hecho de que le haya dicho preciosa hace que mi interior se enfurezca y no me preguntéis el por qué, porque no tengo ni idea y el no saberlo me hace enfurecer mucho más.
-Por favor, ayúdame –le suplica entre lágrimas. Joder... ¿estoy siendo demasiado cabrón? Aiden deja una caricia en su mejilla con su mano mientras le susurra algo que no puedo escuchar.
¿Qué le está diciendo? ¿Será algo para tranquilizarla?
Buah... esta situación me está superando y no quiero perder la compostura. Luego veo como ella asiente a lo que le dice, y finalmente Aiden se marcha dejándonos de nuevo a solas.
-Muévete y no hagas ninguna tontería más –le vuelvo a ordenar y ella no dice nada, solo hace lo que le pido hasta que llegamos al sótano.
-Siéntate –le digo señalando una de las sillas.
-¿Cómo te llamas?
Aún no se ni siquiera su nombre, nada de ella y necesito información. Ella me mira creo que con cierto odio. Pasan los segundos y todavía no obtengo respuesta por lo que le vuelvo hablar:
-¿No piensas responder, no? Pues olvídate de que no le haga daño a tu amiga –amenazo para conseguir lo que quiero.
-¡No no no! Está bien... Me llamo Lia, Lia Blake –al fin se rinde hablar.
Lia.
Bonito nombre tiene la rubia.
-Buena chica –le respondo con una pequeña sonrisa.
-¿Vas a matarme? –me pregunta sabiendo que lo dice con mucho temor.
La verdad que no me esperaba que me hiciera esa pregunta. Vuelvo a sonreír y comienzo a caminar hacia ella con la intención de intimidarla. Ella evita mi mirada, esta incomoda, lo noto pero la obligo a mirarme. Cuando nuestros ojos conectan le digo:
-Eso depende de ti.
No sé muy bien que voy hacer con ella, matarla no entra en mis planes, pero de algún modo tendré que hacer algo para que no hable de lo que acaba de ver esta noche. Ya se me ocurrirá un plan, solo necesito más tiempo para pensar. Ella me mira confundida ante la respuesta que le he dado.
-¿Qué quiere decir eso?
Iba a decirle que más adelante lo sabrá, pero de repente somos interrumpidos. La puerta se abre apareciendo Ethan junto con la amiga sollozando. Lia al percatarse de que es su amiga veo que se pone pálida apoderándose de ella de nuevo el pánico.
-Amalia... -dice dejando caer unas lágrimas -¡NO! ¡NO! No puede ser, déjala marchar te lo suplico, por favor... -grita llorando.
-Lia lo siento, tenía que haberte hecho caso antes –dice entre lágrimas.
-¡Callaros las dos! –interrumpo gritando de los nervios.
–Siéntala –le ordeno a Ethan.
Este acata mi orden y lo hace. Las dos chicas continúan llorando y mi paciencia se está empezando agotar. Más tarde, la puerta se vuelve abrir de golpe apareciendo Aiden, James y mi querido ...Adam. Este último se muestra bastante furioso y suelta:
-Déjalas en paz Eric.
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Hasta que logren acabar conmigo
Teen FictionLia Blake es una dulce chica de 17 años que tras la muerte de su madre no le queda más remedio que vivir con su padrastro, un hombre que hace que su vida sea un infierno. Un día asiste a una fiesta a escondidas y allí se topa con uno de los chicos m...