Sunoo caminaba por los pasillos de la universidad como si de un zombie se tratase, cuidar a un Jungwon enfermo no era para nada una tarea sencilla. Se volvía un chico muy molesto y exigente, igual que un niño pequeño muy mimado.
Su clase de biología ya había acabado por lo tanto ya podía liberar a la oruga que Sunghoon había capturado y que llevaba en el frasco, solo que no se había percatado de que esta ya había muerto, por algo era importante hacerle orificios a la tapa; algo que claramente no hizo.
—Bien, ya hemos llegado
Sunoo abrió la tapa y con cuidado puso en su mano a la oruga sin vida, un suspiro se escapo de sus rosados labios. Con cuidado se agachó y la dejo sobre una hoja seca, luego le puso algo de tierra encima como si la estuviera enterrando o algo así. Se levantó y regresó a la los pasillos de la Universidad.
Quería regresar a casa y poder estar con Sunghoon y Ni-ki, quiera decirles todo lo que Jungwon le contó sobre Heeseung y como después de una ardua investigación entre ambos descubrieran que su padre se dedica al trafico de animales exóticos, entre ellos, los híbridos para ser vendidos en subastas o ser rentados, para luego ser explotados sexualmente o esclavizados; los más raros son los híbridos de canes, ya que al ser uno de los animales más comunes solo el 10% podría resultar ser un híbrido. Aumenta su valor al doble si es que son de raza.
Sunoo no lograba entender nada, Ni-ki y los demás eran simplemente cachorros Golden Retriever, nunca lo había visto convertirse en un humano o algo así, simplemente descartó la loca idea que Jungwon tenía sobre Ni-ki y los demás. Si claro, un híbrido. Soltó una pequeña risita mientras guardaba sus cosas en su casillero.
Sunghoon dormía plácidamente en el cómodo sofá de la sala junto a su bonito y tierno cachorro.
Desde que Sunoo se fue a cuidar a Jungwon no han hecho otra cosa más que divertirse, luego dormir y comer todo lo que les apeteciera sin preocuparse por los regaños de Sunoo.
Sunghoon poco a poco comenzaba a regresar de su profundo y placentero sueño al mundo real, sentía un brazo rodeando su cintura y otro se encontraban donde tenía recostada su cabeza. Se giró y se encontró con el rostro de un chico que dormía plácidamente mientras lo mantenía abrazado. Al parecer la mente de Sunghoon aun seguía bastante dormida como para darse cuenta de que un apuesto chico lo tenía entre sus brazos.
Lindo chico...
De pronto, los ojos de Sunghoon se abrieron abruptamente para luego levantarse de inmediato del sofá y provocando con su brusco movimiento que el chico que dormía a su lado se despertara de golpe.
—¿Q-quien eres y d-donde esta mi perro?
—Soy yo pequeño. Ni-ki —dijo medió adormilado y con una pequeña sonrisa.
—¡M-Mientes!... Mi bebe es una bolita de ternura y amor pero tú... —tienes una encantadora sonrisa. Pensó.
Sunghoon miró con rareza al chico frente a el, ¿Como era posible que un perro se convirtiera en humano de un momento a otro? No, eso no era posible, verdad?
Se talló con algo de fuerza sus ojos creyendo que solamente era un sueño y que si cerraba los ojos y luego los abría simplemente desaparecería el chico frente a el que lo miraba con ternura y una encantadora sonrisa dibujada en su bello rostro. Sunghoon no era capaz de decir en voz alta que el chico frente a el era realmente apuesto, su orgullo ganaba la batalla como siempre.
—¡Llamare a la policía! —gritó mientras tomaba su celular y digitaba rápidamente el número de emergencias.
—¡Sunghoon! ¡No! —Riki le arrebató el teléfono y lo lanzó al sofá. —Encerio, soy yo, "Ni-ki".
—¿Cómo es eso posible?
—Bueno, soy un híbrido, en realidad me llamo Riki.— dijo observando la expresión de confusión de Sunghoon. —Soy un perro pero puedo convertirme en humano.
—Y yo soy un unicornio. —respondió irónico. —Tienes diez segundos para salir de mi casa y devolverme a mi amado perro.
Ni-ki suspiró rindiéndose ante la expectativa de poder aclarar las cosas con su querido humano que no le creía ninguna sola de sus palabras. No tuvo otra opción mas que volver a ser un bonito y tierno cachorro. De inmediato la expresión de Sunghoon cambio de enfado a una de asombro puro al presenciar la transformación.
La puerta principal se abrió para que Sunoo entrara felizmente con un hueso de carnaza para su amado cachorrito, cerró la puerta detrás de el con una sonrisa. A pesar de que solo haya pasado un día ya los extrañaba mucho.
—S-Sunoo...
—Hola, Sunghoon, Ni-ki.
El cachorro ladró felizmente Lanzándose hacia el humano que lo atrapó entre sus brazos para luego repartirle besos y cariños en su cabecita mientras que el canino movía felizmente su colita.
Sunghoon se sentó en el sofá un poco aturdido aún por la situación, seguía sin creer que el cachorro que se encontraba entre los brazos de Sunoo podía cambiar a una forma humana de un chico muy lindo. Soltó un suspiró mientras masajeaba su sien para aliviar un poco su confusión y poner en claro las cosas; era obvió que no se lo diría a Sunoo ya que temía por la reacción de su amigo, que tal si lo echaba de casa solo por no ser un perro común y corriente.
Sunoo dejó al canino en el suelo para luego ir y abrazar a Sunghoon y darle un pequeño beso en la frente. El pálido sonrió al ver el enojo de Ni-ki, ya que estando en su forma canina solo podía gruñir o ladrar para expresar su molestia ante los mimos que el menor le estaba dando en esos momentos. Y para que hacerlo enojar más, Sunghoon le devolvió el beso a Sunoo en la mejilla y luego lo abrazo con algo de fuerza causando un enorme sonrojo en este.
"Sunghoon tonto"
El canino se fue enojado hacía la habitación de Sunghoon donde seguro se desquitaría con algún zapato o almohada preciados para el humano.
—Sunghoon...tenemos que hablar. — murmuró Sunoo abrazando más a Sunghoon.
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𝐃𝐎𝐆𝐆𝐘 ױ psh&nrk
Фанфик๑ ׄ ﹙ después de despertar de un espléndido sueño, su vida se tornaría una completa pesadilla al encontrar un tibio cuerpo entrelazado al suyo, que lo mantenía cautivo entre sus brazos sin intenciones de liberarlo. Eso pensaba, h...