12° Capítulo

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Narradora: T/N

Para subir al tejado, Casita nos había echado una mano haciendo una especie de escaleras en la pared.

Caminamos por el tejado de la mano por si nos caíamos y nos sentamos para poder mirar el cielo nocturno.

Mirar las estrellas es uno de mis pasatiempos preferidos, puede parecer aburrido o un pérdida de tiempo pero a mí me relaja y me ayuda con el estrés.

No se escucha nada en absoluto, como mucho algún animal nocturno. Ese silencio me produce tranquilidad y me ayuda a olvidarme de todo lo que está ocurriendo. Simplemente disfruto del momento.

Miro a mi izquierda, donde está Mirabel mirando las estrellas, estamos en completo silencio mas no es incómodo en absoluto. Todo lo contrario, eso significa que no debemos de hablar siempre para estar a gusto la una con la otra.

Parece estar calmada y disfrutar del momento al igual que yo, lo cual me alegra ya que nunca había tenido este tipo de confianza con alguien tan rápido.

Los olores de todas las plantas y árboles de alrededor del pueblo inundan mis sentidos, en mi ciudad no había ninguno de estas fragancias ni por asomo.

Hay una leve brisa que mueve nuestro cabello, está empezando a hacer un poco más de frío. Es un buen momento para usar la manta.

Nos envuelvo a ambas con ella, brindándonos calor mutuamente.
Al estar usando la manta, esta nos obliga a juntarnos más.

T/N: ¿Te incomoda? -susurro-.

Mirabel: En absoluto.

Para mi sorpresa, ella se rodea a sí misma con mi brazo y se apoya en mí para acurrucarse.

Me sonrojo fuertemente ante esa acción pero gracias a la oscuridad de la noche no se nota, sólo nos ilumina la luz de la luna.

Al salir de mi asombro, envuelvo a Mirabel en un abrazo y suelto un suspiro de tranquilidad.

Mirabel: ¿Estás bien?

T/N: Ahora estoy mejor -aprieto un poco el abrazo-.

Mirabel: La noche de hoy es preciosa -dice con un tono suave-.

T/N: Tú sí que lo eres -respondo sin darme cuenta-.

QUE ALGUIEN ME MATE ¿POR QUÉ HE DICHO ESO?

Tenía la impresión de que sólo lo había pensado. Mira que hay gente desgraciada pero yo estoy en otra liga.

Abro los ojos como platos mientras noto como mi cara me arde en cuestión de segundos. Me alejo de ella sin saber cómo actuar.

T/N: ¡Eso no era lo quería decir! -analizo lo que acaba de salir por mi boca- ¡Eso tampoco es a lo que me refiero! No me malinterpretes -me excuso como puedo- Da igual, la estoy cagando más -digo cubriendo mi cara con mis dos manos-.

Mirabel: Entiendo lo que quieres decir -agarra mis dos manos y las acaricia con la yema de sus pulgares- No te preocupes, en serio -sonríe con un leve rubor en sus mejillas-.

Ese simple gesto y sus palabras hicieron que yo sonriera de la manera más tonta que hubiera imaginado. Después de eso, todos mis nervios anteriores desaparecieron y esa sonrisa fue sustituida por un cómodo silencio entre las dos.

Nos quedamos calladas, con las manos agarradas y mirándonos la una a la otra.
Bajé un poco la vista y sus labios llamaron mi atención, ¿debería intentarlo?

Lentamente, me empecé a acercar para dar a entender lo que iba a hacer. En ese momento, en mi interior, se estaba librando una batalla interna entre lo que de verdad quería hacer y lo que mi cerebro me dictaba.

Sueños Frustrados (Mirabel X Fem Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora