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Me encuentro en mi cama un lunes por la mañana después de tenerte nuevamente en mis sueños, aún puedo escuchar tu voz susurrando lo mucho que me amas, aún siento tus brazos rodearme, aún recuerdo el día que nos conocimos en ese día lluvioso.

Corría hacia mi casa al salir de mis clases de danza después de que una gran tormenta se desatara aquella noche. Las calles estaban llenas de autos con rumbos diferentes, luces rojas, señales de pare, jardines frontales y personas en la misma situación a la mía, corriendo por aquellas aceras cubriéndose de aquellas gotas de lluvia que caían sin compasión alguna.

Fue en ese momento cuando te encontré, cabello castaño, piel canela y ojos grandes. Estabas tratando de cubrir tu cámara, mientras en tu espalda llevabas lo que parecía ser un estuche que aguardaba un saxofón dentro, caminabas apresurado por la acera haciendo que tu cabello se pegue a tu frente por lo húmedo que se encontraba, llevabas un abrigo largo café y unos pantalones deportivos negros que contrastaban perfectamente con tu suéter azul como el cielo al atardecer.

Un señor rozó tu hombro haciendo que tu estuche cayera al piso, miré la frustración en tu lindo rostro al no escuchar siquiera un "Lo siento" de parte del hombre que cada vez se alejaba del lugar, al percatarme ya estaba junto a ti tomando tu estuche.

— Ten, espero que no se haya estropeado.

Tu vista se alzó hacia mí y pude comprobar que eras aún más lindo de cerca, tus ojos grandes me miraban al fin. Esperé para escuchar alguna palabra salir de tus labios.

— Muchas gracias.

Y eso fue todo, nunca había escuchado una voz tan profunda, unas simples palabras suenan como sinfonía del mejor compositor, ¿Acaso era humano?, la respuesta es no.

— Maldición, mi cámara se va a mojar.

Incluso las palabras indebidas suenan correctas si vienen de ti, te miro cubrir aquel pequeño aparato como si tu vida dependiera de él, como si en tu pecho estuviera acurrucado un pequeño cachorro que necesita protección ante la lluvia que no temía a nadie y golpeaba sin remordimientos.

— La lluvia cada vez es más fuerte, si no la cubres bien se va a mojar.— Tomo la cámara de tus manos y la coloco en mi bolso.

— ¿Qué haces?.— Tus manos se aferran a mi bolso para que no la termine de meter entre mi ropa. —¿Acaso me vas a robar mi cámara?, ¡Eres un delincuente! 

Tu dedo señala ante mí, estas asustado y preocupado por tu cámara, incluso puedo ver que estás a punto de gritar por ayuda.

—No soy un delincuente, solo cubro tu cámara de la lluvia, en mi bolso va estar segura.

Te veo dudar por un momento y tu vista recorre todo mi cuerpo haciendo que me sienta expuesto ante tan lindo muchacho.

— Pero... y como se supone que la lleve conmigo, ¿Acaso te vas a quedar con mi cámara?. — El castaño me mira dudoso.

— No, te voy acompañar a tu casa, si quieres que este objeto preciado para ti no se descomponga debes dejar que te acompañe.

Y ahí estaba yo, hablando con un completo desconocido que me topé en la calle, y proponiendo acompañarlo a su casa.

— ¿Y si me tratas de secuestrar?, o talvez salir huyendo una vez que me distraiga, ¿Acaso quieres saber dónde vivo para entrar a robar a mi casa?

— ¡Claro que no!.. — El castaño de ojos grandes se estremeció con mi grito. — Lo siento... yo solo quiero ayudarte nada más.

— Gracias... —Colocas tus manos en los bolsillos de tu sudadera y me miras tímidamente 

— Me llamo Hoseok.

Se que es apresurado pero no dudo  ningún momento en dar mi nombre a un chico desconocido de la calle, y más si se trata de ti. 

— Soy Taehyung 

Taehyung, ese nombre que se impregnaría muy dentro de mi sin darme cuenta. 

Ese día te acompañé a tu casa, me despedí de ti agitando mi mano sin tener deseos de alejarme de tu presencia, solo quería permanecer observándote bajo la lluvia, bajo esos faroles que alumbraban la calle de tu casa, pero debía decirte adiós y continuar con mi camino, regresar a casa tan solo con el recuerdo de tus lindos ojos grandes y tu piel perfectamente cuidada. 

Drivers License [ HopeV ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora