lenguage of love | OS L.S

capítulo único.

En 1992, Gary Chapman publicó un libro titulado "Los cinco lenguajes del amor", donde describe tal cual, cinco formas generales en que las parejas románticas expresan y experimentan el amor.

Palabras de afirmación: expresamos cariño al verbalizar palabras de ánimo, apoyo, y elogios que se dicen sin pensar y causan en la otra persona un gran afecto positivo, aumentando así su seguridad y autoestima, ¿quién no recuerda una frase o palabra que le haya marcado la vida?

Tiempo de calidad: no hay otro objetivo más que compartir ese tiempo con la persona que se quiere, no es el acto, no se trata de ir a un restaurante lujoso o viajar por el mundo, es el simple disfrute de escuchar y ser escuchado, sin prisas o distractores.

Regalos: para muchas personas, este tipo de lenguaje simboliza una expresión de amor muy bonita, pues más allá de dar un regalo definido por lo caro que pueda ser, es el tiempo esforzándose y pensando en este. El trabajo detrás de la espera de una sonrisa sincera al ser recibido.

Actos de servicio: son aquellos actos minuciosos que se realizan con una sonrisa en la cara, sin esperar un favor a cambio o una respuesta compensatoria, es una manera generosa de ayudar al otro en maneras simples como cocinar, limpiar, arreglar cosas, o algo en especial que
a tu pareja se le dificulte en un día común.

Contacto físico: esta es la forma de comunicación más sencilla y directa. Abrazarse, besarse, acariciarse, tocarse, tener relaciones sexuales, son aquellas maneras en que puedes transmitir y recibir el amor de tu pareja, y al igual que todos, causan seguridad y felicidad.

Es todo un tema que, en lo personal, es esencial para que una relación se mantenga fuerte.

Algo que implica compromiso y responsabilidad.

Harry y Louis son una pareja de universitarios, Louis por su lado, estudiando la tediosa e interesante carrera de derecho, mientras que Harry tuvo una inclinación por la psicología. La verdad es que el ojiazul siempre le había dicho que era bueno en eso de ayudar y escuchar a las personas con sus problemas, y tenia una fuerte habilidad de comprenderlas, por lo cual hizo caso y tomó sus consejos.

Fue en el primer semestre del ojiverde que el tema de los lenguajes del amor se clavó en su mente como todos aquellos textos que tanto le emocionaban y, Louis, no podía culparlo, Harry amaba su carrera, era divertido e interesante para él descubrir más y más cosas en el

comportamiento de los demás, y, honestamente, también le fascinaba encontrar uno que otro consejo para llevar su relación lo más sana posible.

Louis no podía amar más eso. La entrega de su novio, la pasión con la que estudiaba para cada día llegar con él y contarle un dato curioso psicológico que le sacaría una sonrisa y con ojitos brillando, terminaría besando sus labios repitiéndole que adoraba compartir esos pequeños detalles con él.

Recordaba aquel momento a la perfección, el día en que Harry llegó con su libreta color azul, un poco desgastada junto a esa pluma morada que solía usar, tiró la mochila en la orilla de la cama y se sentó en las piernas de su novio, no sin antes quitarse los tenis negros con blanco que llevaba, buscando entre sus apuntes lo que quería mostrarle.

- Amor, buenas tardes, ¿cómo fue tu día?, el mío excelente, gracias por preguntar.

El sarcasmo en las palabras del ojiazul le sacaron una risita boba, al mismo tiempo que arrugaba su nariz como parte de aquel tic o manía.

- Lo siento, es que si no hago las cosas rápido se me olvidan y, y yo no quería olvidar esto. Es importante. Es sobre nosotros.

Su mirada se volvió un poco más seria, prestando atención a cada movimiento del rizado.