🔚 | Si Supieras

C A P I T U L O ³

—¡Mamá, no lo encuentro! —se escuchó el grito de Richie.

—Ay Richie —exaló cansada —¡Ahí está, arriba del ropero!. —indicó —Richie... es un distraído de primera, o no sé si sea por una chica, últimamente escucha canciones de enamorado, y me dice cosas como: "mamá, pronto serás suegra" y así —me contó mientras limpiaba la sangre seca de mi rodilla.

—Y... ¿Usted que le dice? —pregunté.

—Solo le digo "cuida a esa niña, no le faltes al respeto pero tampoco si intenta abusar de ti no te vallas a dejar".

—¿Cuántas novias a traído? —aproveché del tema.

—Ninguna, eso me dice el, pero por lo que veo pronto tendrá la primera. —sonrió. Reí levemente.

Me quedé callada mientras veía lo que hacía en mí.

—Y tu... ¿Haz tenido novio?.

—Sí, solo 2, el primero lo tuve a los 11, y solo duramos 3 meses, lo corté porque me empezó a gustar alguien más, y el segundo lo tuve a los 13, y también lo terminé porque era muy celoso y posesivo, pero el sí me gustaba, me dolió terminarlo pero fue lo mejor, tardé en superarlo como algunos 10 meses —la señora alzó las cejas dando una expresión de asombro —y desde ahí ya no he tenido novio.

—Eres lista, y está muy... —entró el gafotas —está muy bien que lo hallas terminado, nunca dejes que un hombre te mande.

La señora me cae demasiado bien.

Señora, ¿Quiere casarse conmigo?.

—¿Que un hombre q...

—No te metas, estamos hablando ella y yo —lo calló.

Reí —Así es.

La señora me cae demasiado bien, supongo que es buena madre y educó bien a su hijo.

Después de ahí platicamos mucho más, algo que me hubiera gustado hacer con mi mamá, pero ella se fue justo cuando estaba empezando mi adolescencia, dolió tanto.

—Muchas gracias —agradecí.

—Denada, y recuerda que puede venir cuando quieras, aquí es tu casa —sonreí.

—Gracias. —de nuevo.

Salió del cuarto junto con Richie. Yo... el sueño me ganaba y no lo pude evitar, me dormí.

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Maldita sea, tengo sed.

Desperté a causa de sed, tengo demasiada.

Me senté en la cama sin hacer mucho ruido para después buscar a Richie con la mirada. Está en el sillón –de su  cuarto– que está enfrente de la cama, donde yo estaba.

Richie se encontraba durmiendo, se veía cansado.

Tengo que despertarlo, pero no puedo caminar.

¿Quién dijo que no podías, mensa?

Es verdad, me levanté, pero ¡Ohh Dios! ¡Duele demasiado!.

No, no, tengo que ir.

Seguí caminando, dando pasos algo pesados y lentos.

¡Duele demasiado!.

Abrí la puerta.

—¿Qué haces? —la voz gruesa y fuerte me dió escalofríos.

—Tengo sed, ven, acompáñame, tu casa me da miedo  —le supliqué.

—Pues tengo que hacerlo —se levantó del sillón y vino a ayudarme.

Sentí su mano en mi espalda, lo cuál... me generó paz, después estiró su otra mano esperando a que la tomara y así fue.

Eso no ayuda nada, te duelen los pies, no la mano.

—Rich, me sigue doliendo  —lo miré con cara de sufrimiento.

—Tendrás que cancharte en mí —hice un gesto.

Que más podía hacer, no había otra manera.

Se agachó a mi estatura y después subí mi pié a su cintura, lo tomó y subí el otro impulsando me un poco.

—__________ te voy a regresar y yo te llevo el agua.

—No, yo quiero ir contigo —puse mis manos al rededor de su cuello y esperé a que avanzara.

—Pero es...

—Pero nada, llévame.

Comenzó a caminar sin ningún esfuerzo.

—Oye estás perche ¿Eh? —jugué.

—Aquí tienes tu lavadero cuando quieras —reímos en voz baja.

Llegamos a la cocina, se arrimó a la mesa y luego  me dejó sentada allí, llenó mi vaso y me lo dio.

—Richie, ¿Por qué me cuidas tanto? —tomé del vaso esperando su respuesta.

—Porque eres mi amiga —alcé las cejas.

—Oh...

—Y porque eres la nueva del grupo —abrí la boca haciendo un gesto de ofensa.

—¿Por eso? Que idiotéz — rodé los ojos. —¿Eso qué tiene que ver?.

—También eres la más chiquita, y no sabes varias cosas.

—Me ganan por un maridito año, ¿Y no sé varias cosas? ¡Por favor!.

—Shh —puso su dedo índice en mi boca —Mamá nos escuchará.

Rodé los ojos.

—Ya me hiciste enojar, Ricardo.

—_________, — mencionó mi nombre en un tono enojado — cállate si no quieres que tengamos una discusión y mi mamá nos escuche —me miró fulminante.

—Esque aghh, yo ya estoy lo suficientemente grande como para entenderles a ustedes, no por que sea un año más chica que ustedes significa que acabo de nacer, ya sé defenderme, cuidarme, y hacer comida!.

—¿Segura?.

Hola!!

Espero que le guste <3

Si la historia no es de tu agrado simplemente puedes salir y POR FAVOR evita los malos comentarios, ya que puede quitarme la inspiración a seguir escribiendo.

–ferfloo.