dreams come true [renmin]

dreamer 1

El lugar en el que se sitúa Jaemin es completamente desconocido para él. Solo logra captar que se sitúa en una feria, es decir, hay muchos juegos mecánicos y personas divirtiéndose en su alrededor. Se limita a observar sin entendimiento, simplemente intentando entender, puede que esté soñando nuevamente. Últimamente estuvo soñando cosas... no, no eran cosas. La situación se basaba en un chico, un chico que sin duda alguna no conocía.

Eso no restaba que no le pareciera atractivo, en cada sueño que tenía, el chico se mostraba sumamente atraído hacia él, en el sentido que, demostraba que ambos eran muy cercanos o al menos eso parecía.

La primera vez que soñó con él fue exactamente cuatro meses atrás. Ni siquiera sabía de su existencia, sus sueños regulares consistían en soñar en algo terrorífico o sencillamente soñar en blanco, absolutamente nada. Todo había dado un vuelco y lograba conectarse a través de aquellos sueños con él.

Él se llama Injun, es lo único que sabe.

Lo descubrió la primera vez que soñó con él. Había estado muy confundido que cuando le preguntó su nombre el chico lo observó muy extrañado, como si la pregunta fuera estúpida. Igual sin importarle a este, le dijo su nombre creyendo que quizá Jaemin bromeaba.

Jaemin lo tomó por menos siendo que solo era un simple sueño y decidió seguirle la corriente. Sin embargo, cuando los sueños fueron insistentes, llegó a sentirse severamente atraído hacia Injun. Solo eran sueños, ¿por qué le gustaba alguien que no conocía?

Eso, y a parte, no sabía si siquiera esta persona existía. ¿Alguien de un sueño podría existir en la vida real? Jaemin rio en sus adentros y volvio su atención en su entorno luego de tanto pensar.

—¡Nana!

Jaemin se sobresalta en su lugar logrando reconocer la voz que proviene a sus espaldas, gira un poco para mirar como Injun corre hacia él con una gran sonrisa y una botella de agua entre manos.

—Injun... —susurra para sí mismo. Ya no era extraño soñar y que el mencionado apareciera de la nada.

—Me perdí —ríe cuando llega hasta Jaemin un poco agitado por correr y tener que esquivar a la gente—. Corrección, te me perdiste. ¿Dónde estuviste?

—Siempre he estado aquí, Injun. —el castaño le ofrece una cálida sonrisa al rubio y este frunce el entrecejo.

—Mentiroso —resopla y se encoje de hombros—. Entonces, ¿podemos subir al pendulo? Quiero un poco de adrenalina.

—Lo que desees.

Injun sonríe emocionado, se lanza para abrazar a Jaemin quien lo recibe con sutileza y una sonrisa dibujada en los labios.

—Te quiero.

Injun se aleja tan solo un poco para colocarse de puntillas y dejar un casto beso en la mejilla izquierda del coreano para correr hacia dicho juego mecánico completamente feliz.

Jaemin está desconcertado, en ningún otro sueño junto a Injun había ocurrido aquello, era impresionante y conmovedor, se sentía tan sentimental por aquel pequeño beso que Injun le había regalado.

En el intento de seguirlo, se vio interrumpido cuando un sonido constante empezó a molestarlo. Jaemin tuvo que despertar de aquel precioso sueño y por un momento se sintió tan enojado con la alarma del celular que había programado para ir a la escuela.

Pronto volvería a soñar con él.